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Jones Huala preso: continúa la persecución a la comunidad mapuche

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El juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva ordenó la detención del lonko mapuche Facundo Jones Huala por un pedido de captura internacional para ser extraditado y juzgado en Chile. Según la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, se trata de una “aberración jurídica” porque es el mismo pedido que un juicio declaró nulo el año pasado y que espera resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Mientras tanto, el lonko continúa preso y su familia y el Pu-Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen exigen su inmediata liberación. Qué hay detrás de la persecución a la comunidad mapuche en Chubut.

El juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva ordenó la detención del lonko mapuche Facundo Jones Huala por un pedido de captura internacional para ser extraditado y juzgado en Chile. Jones Huala es el lonko del lof mapuche del Departamente de Cushamen, en el paraje Vuelta del Río, una recuperación de tierras ancestrales que la comunidad inició el 13 de marzo de 2015 en una de las estancias de la multinacional Benetton. Sufrieron persecuciones, amenazas, represiones y una causa que intentó aplicarles la Ley Antiterrorista. El 27 de mayo de 2016, un violento despliegue de efectivos policiales, Gendarmería y GEOP se llevó detenido a Jones Huala por un pedido de captura desde Chile (el mismo por el cual fue detenido esta semana). Ese mismo día, horas después y con el lonko ya preso, las fuerzas policiales volvieron a la recuperación y desalojaron a golpes y gases lacrimógenos: hubo heridos y detenidos, y dos mujeres con cuatro niños –el menor de 1 mes, el mayor de 8 años- pasaron la noche a la intemperie, con 10 grados bajo cero, custodiadas por Gendarmería.

Luego de esta nueva detención, la comunidad Pu-Lof en Resistencia realizó protestas para exigir su liberación, en compañía con la presentación de hábeas corpus por parte de las abogadas Sonia Ivanoff y Elizabeth Gómez Alcorta. ¿Cómo se explica esta detención? “La detención de Facundo Jones Huala obedece a la misma orden de captura internacional que había sido emitida en virtud de un pedido del Estado chileno con fines de extradición por los hechos que finalmente fueron materia de juicio de extradición el 31 de agosto y 1 de septiembre del año pasado”, dice Gómez Alcorta. “Recordemos que ese pedido de captura fue levantado el 30 de mayo del año pasado a los tres días de haber sido detenido Facundo y que después de ese juicio se ordenó la libertad de Facundo Jones Huala. Para la Argentina Facundo debería estar en libertad, si es que no apareciera otra nueva causa, que hasta el momento no apareció. El juicio y todo el proceso de extradición fue declarado nulo”.

En la previa de ese juicio, el lonko Jones Huala habló con lavaca y dijo que no se estaba “enjuiciando a una persona, sino a la lucha de un pueblo”:

Mapuche vs. las corporaciones: comienza el juicio por extradición a un lonko

Gómez Alcorta: “La fiscal (Silvina) Ávila y, posteriormente, el procurador (Eduardo) Casal, le pidieron a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que revoque la nulidad y que conceda la extradición a Chile. La defensa Sonia Ivanoff y yo, Elizabeth Gómez Alcorta, presentamos un informe a la Corte, que tiene desde noviembre del año pasado para resolver esto”.

Quiere decir que la decisión pendiente de la Corte Suprema es, precisamente, la concesión o no de la extradición de Jones Huala a Chile. “La detención de esta semana obedece a la misma causa, por el mismo requerimiento de extradición y por la misma orden de captura que tuvo como eje aquel juicio, lo que implica una doble persecución, es decir, dos procesos de extradición simultáneos, concomitantes, contra la misma persona. Esto es ilegal, inconstitucional”. La abogada subraya un virtual escenario en el que un juicio otorgue la extradición a Jones Huala al mismo tiempo que la Corte lo deniegue. Gómez Alcorta: “Es una aberración jurídica. Estamos esperando la denegatoria de la excarcelación para hacer una denuncia al juez federal Villanueva por privación ilegal de la libertad”.

En enero, el Pu Lof en resistencia del Departamento de Cushamen sufrió tres operativos violentos por parte de la Gendarmería, Infantería y policía provincial, que golpearon y dispararon contra niños y mujeres. También se llevaron animales. Hubo diez detenidos y varios heridos de gravedad, internados. A uno de ellos le fracturaron la mandíbula de un balazo y otro estuvo en terapia intensiva con traumatismo de cráneo.

Jones Huala fue uno de los mapuche que habló con MU cuando esta revista viajó a Esquel para hacer un reportaje del reclamo. MU estuvo en la recuperación y habló con el lof que la Justicia provincial perseguía por terrorista. Esa misma causa vinculaba dos procesos que en Esquel interpretan como las caras de una misma moneda: la cuestión indígena y el extractivismo. En el marco de ese proceso judicial se descubrió que un agente de inteligencia espió ilegalmente a activistas, vecinos y asambleístas del movimiento No a la Mina.

El artículo puede leerse aquí:

Violento desalojo a una comunidad mapuche en Esquel: “Se llevaron a mujeres y niños a la rastra”


Casos testigo: Araceli, Melina y la masacre de Florencio Varela

Análisis y contexto: la presentación ante la CIDH y qué cambio representa ponerle un freno a los femicidios

Videoteca #NiUnaMenos

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Todos los videos de las movilizaciones y acciones de lavaca por el #NiUnaMenos.

Intervienen el sindicato de Canillitas: “Esto es una persecución”

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Grave: el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi intervino el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (Sivendia) -mejor conocido como Canillitas- y desplazó y procesó a su secretario general, el diputado Omar Plaini, por “adulteración de documento público” en base a una causa de 2013 cuando una lista opositora denunció supuestas irregularidades en los comicios del gremio. Si bien la Cámara Electoral ratificó el resultado electoral y luego la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó la denuncia, a las 9 de la mañana el sindicato se encontró rodeado por seis camiones de Gendarmería y cientos de efectivos que allanaron la sede gremial, ubicada en Venezuela 2365.
“Esta es una persecución política y un claro ataque al movimiento obrero organizado”, denunció Plaini, luego de horas de permanecer dentro del sindicato y tras una descompensación que motivó la llegada de una ambulancia del SAME. Mientras, cientos de canillitas se organizaban en la calle. Plaini calificó de “injusto e indignante” el procedimiento de Martínez de Giorgi, y remarcó: “Los canillitas ratificamos que apoyamos a Unidad Ciudadana”. Lxs trabajadorxs ubican allí una de las principales hipótesis del operativo de este lunes, por lo que convocaron a una “multitudinaria” asamblea en la puerta del sindicato para el próximo miércoles, a las 14:30, en la que votarán la posibilidad de una medida de fuerza a nivel nacional. En ese sentido, agradecieron y llamaron a la solidaridad de la CGT, las dos CTA y las organizaciones y los movimientos sociales. El diputado sindicalista apuntó, además, que el juez no tiene competencia laboral: “Es evidente que acá hay una clara persecución política y jurídica por habernos expresado políticamente. Se están violando todos los derechos. Hay un ataque al movimiento sindical argentino. Tenemos derecho a pronunciarnos políticamente y lo ratificamos”.
Mediante un comunicado, el gremio expresó: “La intervención se inscribe en el contexto del marcado rasgo neoliberal de las medidas llevadas adelante por el gobierno nacional, a favor de las grandes corporaciones, en base a una enorme transferencia de recursos desde los bolsillos de los trabajadores a las arcas de los capitales más concentrados y del empobrecimiento generalizado del pueblo en su conjunto.
En los últimos días, el Grupo Clarín tomó el control del Grupo Telecom, formando un conglomerado infocomunicacional que concentra el 42% de la telefonía fija, el 34% de la telefonía móvil, el 56% de las conexiones a Internet por banda ancha fija, el 35% de la conectividad móvil, el 40% de la tv paga, además del control absoluto sobre toda la rama gráfica, que incluye la producción de papel para diarios, la edición e impresión de publicaciones y el fuerte avance sobre la cadena de distribución que los canillitas venimos denunciando y combatiendo a diario. Todo esto con la complicidad de un gobierno de CEOs que derogó la Ley de Medios, autorizó la adquisición de Nextel y la fusión de Cablevisión y Multicanal y ahora interviene la organización sindical de los vendedores de diarios, el último eslabón de la cadena gráfica, que el monopolio hace décadas intenta sin éxito doblegar.
La intervención es la antesala del intento por introducir, mediante la fuerza, la flexibilización de nuestras condiciones laborales, que en nuestra actividad conlleva la desregulación del sistema y la supresión de la exclusividad de los trabajadores canillitas en la venta de publicaciones.”
Las trabajadoras y los trabajadores de prensa seguimos con atención el desarrollo de esta medida judicial debido a que afecta la representación gremial de quienes viven de la venta de diarios y revistas.

Despidos en PepsiCo: la marcha y la burla del Ministerio de Trabajo

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Trabajadores de Pepsico cortaron la 9 de Julio y marcharon al Ministerio de Trabajo para exigir una respuesta oficial luego de los 600 despidos. El delegado Camilo Mones calificó de “bochornosa” la reunión: “No llegamos a ningún acuerdo. Nos ofrecieron un curso de seis meses de capacitación para algún oficio y trabajar en otra empresa. Nosotros ya tenemos oficio, no necesitamos aprender: necesitamos nuestras fuentes de trabajo”. Afirman que la fábrica está en condiciones de seguir produciendo y anunciaron una asamblea general en la empresa, en Vicente López, para evaluar las acciones a seguir.

La policía los acompañó desde la 9 de julio hasta el Ministerio.

Los abucheos fueron instantáneos. Luego de cortar la avenida 9 de Julio a la altura del Obelisco en la Ciudad de Buenos Aires –que motivó un fuerte operativo policial- las trabajadoras y los trabajadores de PepsiCo Snacks marcharon a la sede de Leandro N. Alem del Ministerio de Trabajo, a dos semanas de enterarse por un cartel en la puerta de la fábrica que la multinacional despediría a 600 personas para relocalizar la producción en Mar del Plata. El delegado Camilo Mones comunicó la síntesis de la reunión al salir a la calle: “No llegamos a ningún acuerdo. Lo que nos ofreció el Ministerio es un curso de seis meses de capacitación para algún oficio y trabajar en otra empresa”. Mones calificó la reunión como “bochornosa”, y explicó: “Esperábamos un poco más de seriedad del Ministerio. Nosotros ya tenemos oficio, no necesitamos aprender: necesitamos nuestra fuente de trabajo”.

Los trabajadores plantearon un listado de argumentos a los funcionarios de la cartera laboral.

  • “Primero: la planta está productiva e impecable para producir. Le pedimos una inspección para que el mismo Ministerio vea que PepsiCo está haciendo una maniobra para abrir más adelante con trabajo precarizado, para sacarse de encima a la Comisión Interna y a toda la organización que peleamos adentro defendiendo nuestros derechos.
  • Segundo: dejamos bien en claro que este conflicto va a seguir hasta que nosotros estemos trabajando de nuevo en Pepsico. No vamos a dejar ni las calles ni las rutas ni todas las movilizaciones, y todas las organizaciones que nos están apoyando las vamos a seguir apoyando.
  • Dejamos en claro que en un marco político, electoral, tanto en agosto como en octubre, si quieren tener conflicto en medio de las elecciones lo van a tener si no nos reincorporan, porque no nos vamos a ir a casa. Vamos a seguir peleando por nuestros puestos de trabajo”.

¿Qué dijo el Ministerio sobre la situación de la empresa? Mones: “Volvió a repetir que la empresa tiene una decisión tomada, que es la de cerrar la planta total y definitivamente. También que hay un acuerdo marco que firmó el sindicato”. El delegado subrayó que el gremio de la Alimentación, conducido por Rodolfo Daer, está “pisando la cabeza y los derechos” de lxs trabajadorxs porque acordó con el Ministerio las indemnizaciones sin “proponer un plan de lucha”. Mones recordó que el 7 de julio es la fecha límite del proceso preventivo de crisis que presentó la empresa y que, a partir del lunes, todos quedarían automáticamente despedidos. “El sindicato firmó los despidos de lxs trabajadorxs”.

Luis Medina, otro de los delegados, pidió una entrevista “urgente” de forma directa con el ministro Jorge Triaca: “Hay 600 familias en la calle”.

Luego, lxs trabajadorxs fueron a una audiencia en el Congreso junto a diputados y diputadas de diversos bloques. También convocaron el miércoles a una asamblea general en la puerta de la fábrica, ubicada en Florida (Vicente López), para evaluar las acciones a seguir.

Habla el lonko Jones Huala desde la cárcel: “La represión es brutal”

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El lonko mapuche Facundo Jones Huala habló en exclusiva con lavaca desde la Unidad Penitenciaria Federal N°14 de Esquel, luego que el juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva ordenara su detención por un pedido de captura internacional para ser extraditado y juzgado en Chile. “La represión que se está viviendo ahora es brutal, mucho más profunda, más direccionada”, dice Jones Huala. Hoy mismo, en Capital Federal, la Policía de la Ciudad reprimió una manifestación que exigía su liberación: hubo cuatro hombres y tres mujeres detenidas. Según la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, la detención del lonko se trata de una “aberración jurídica” porque es por el mismo delito que un juicio declaró nulo el año pasado y que espera resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Qué hay detrás de la persecución a la comunidad mapuche en Chubut.

Facundo Jones Huala, el lonko del Pu-Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, atiende el teléfono del pabellón 6 de la Unidad Penitenciaria Federal N°14 de Esquel (Chubut). Habla en exclusiva con lavaca luego que el juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva ordenara su detención por un pedido de captura internacional para ser extraditado a Chile. La persecución al pueblo mapuche lleva años y tiene una escalada puntual desde el 13 de marzo del 2015, cuando el Pu-Lof en Resistencia inició la recuperación de tierras ancestrales en el paraje Vuelta del Río, en una de las estancias de la multinacional Benetton. Sufrieron amenazas, represiones y una causa que intentó aplicarles la Ley Antiterrorista.

No es la primera vez que detienen a Jones Huala. El 27 de mayo de 2016, un violento despliegue de efectivos policiales, Gendarmería y GEOP detuvo al lonko por un pedido de captura desde Chile. Ese mismo día, horas después y con el lonko ya preso, las fuerzas policiales volvieron a la recuperación y desalojaron a golpes y gases lacrimógenos: hubo heridos y detenidos, y dos mujeres con cuatro niños –el menor de 1 mes, el mayor de 8 años- pasaron la noche a la intemperie, con 10 grados bajo cero, custodiadas por Gendarmería.

La nueva detención se produjo el 27 de junio, horas después que el Presidente Mauricio Macri visitara en Santiago a Michelle Bachelet en el Palacio de la Moneda, y motivó un repudio generalizado que se manifestó en protestas no sólo en la Patagonia, sino también en Capital Federal: la Policía de la Ciudad reprimió este martes una concentración frente a Tribunales. El saldo: siete personas detenidas, cuatro varones y tres mujeres. En enero, el Pu Lof en resistencia había sufrido tres operativos violentos por parte de la Gendarmería, Infantería y policía provincial, que golpearon y dispararon contra niños y mujeres. Hubo diez detenidos y varios heridos de gravedad, internados. A uno de ellos le fracturaron la mandíbula de un balazo y otro estuvo en terapia intensiva con traumatismo de cráneo.

Por eso, desde la cárcel, dice Jones Huala a lavaca: “Quieren apagar el fuego con nafta. Mi primo perdió la mandíbula, mi hermano el oído. Aquí también hay desaparecidos, torturados. El terrorismo se ejerce del Estado a los mapuche, no de los mapuche al Estado”.

“Una aberración jurídica”

Luego de esta nueva detención, la comunidad Pu-Lof en Resistencia realizó protestas para exigir su liberación, en compañía con la presentación de hábeas corpus por parte de las abogadas Sonia Ivanoff y Elizabeth Gómez Alcorta. ¿Cómo se explica esta detención? “La detención de Facundo Jones Huala obedece a la misma orden de captura internacional que había sido emitida en virtud de un pedido del Estado chileno con fines de extradición por los hechos que finalmente fueron materia de juicio de extradición el 31 de agosto y 1 de septiembre del año pasado”, dice Gómez Alcorta. Ese juicio oral fue declarado nulo por el juez federal Guido Otranto ya que no se cumplieron las garantías del debido proceso: el dato que permitió ubicar a Jones Huala en Argentina fue obtenido bajo torturas a un testigo.

Gómez Alcorta: “Para la Argentina Facundo debería estar en libertad, si es que no apareciera otra nueva causa, que hasta el momento no apareció. El juicio y todo el proceso de extradición fue declarado nulo”. Luego de ese proceso, la fiscal Silvina Ávila y el procurador Eduardo Casal pidieron a la Corte Suprema que revocara la nulidad y concediera la extradición a Chile. Desde noviembre del año pasado, la Corte aún tiene pendiente de resolución ese trámite. Las abogadas Gómez Alcorta y Sonia Ivanoff denunciaron penalmente al  juez Villanueva y el fiscal Jorge Bagur Creta por la “privación ilegal de la libertad” de Jones Huala, que quedó radicada en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°6. También presentaron un escrito ante la Corte Suprema para que se expida sobre la situación de Jones Huala.

“No se ha dictado una nueva orden de captura internacional, ni tampoco existe un nuevo requerimiento de extradición de parte del Estado chileno”, sostienen las letradas.

Gómez Alcorta: “La detención obedece a la misma causa, por el mismo requerimiento de extradición y por la misma orden de captura que tuvo como eje aquel juicio, lo que implica una doble persecución, es decir, dos procesos de extradición simultáneos, concomitantes, contra la misma persona. Esto es ilegal, inconstitucional”.

La detención de Jones Huala sumó el repudio de decenas de organizaciones, entre ellas:

  • Asociación de Abogados y Abogadas de Derecho Indígena (AADI).
  • Abogadas y Abogados del NOA en Derechos Humanos y Estudios Sociales (ANDHES)
  • Asamblea Permanente Por Los Derechos Humanos (APDH).
  • Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS)
  • Comité por la Liberación De Milagro Sala
  • HI.J.O.S. Capital
  • Liga Por Los Derechos Del Hombre
  • Madres de Plaza De Mayo Línea Fundadora
  • Unión De Asambleas Ciudadanas (UAC) Trelew

Las 7 personas detenidas por la Policía de la Ciudad fueron acusadas por “lesiones, intimidación pública y resistencia a la autoridad”. A las mujeres las llevaron al Destacamento de la Comuna 4 en Parque Patricios, ubicada en Zabaleta y Chutro. Los varones, a la Comisaría 30, en California y Hornos (Barracas). Uno de ellos trasladado al Hospital Argerich por las lesiones. Interviene el Juzgado Federal N°1 de María Romilda Servini de Cubría.

La progresiva criminalización

Jones Huala había iniciado una huelga de hambre en protesta por las condiciones de detención. “Estoy reponiéndome de a poco de algunas cosas, saliendo del aislamiento. Levanté la huelga: me habían sacado mis remedios, me metían en buzones, que se sumaban al doble juzgamiento. No me pegaron, pero sí no me querían dejar tener contacto con la comunidad. Ahora estoy con ánimo por toda la movilización que se ha formado. Es interesante y demuestra todo lo contrario de lo que plantea el poder judicial y de lo que agita como fantasma el poder político”.

-¿Qué significa esta nueva detención?

-Es parte de la constante y progresiva criminalización de la lucha mapuche. Es una forma de reprimir el crecimiento de la conciencia, de nosotros como luchadores, como conciencia del pueblo, como conciencia social. Se inscribe al tener un gobierno tan empresarial como el de Mauricio Macri y neoliberal como el de Bachelet, teniendo en cuenta que hubo una reunión entre ellos dos justo cuando caigo detenido. Es una situación de clara persecución política, más que nada tratando de reprimir y amedrentar desde lo simbólico, porque esto me trasciende a mí mismo. Es una situación que se da para amedrentar al pueblo mapuche movilizado como también a otros sectores que pudieran tomar como ejemplo la lucha mapuche.

-Además de tus dos detenciones, hubo represiones muy violentas sobre la comunidad.

-Es la misma represión que se vio hace un rato en Buenos Aires. No eran personas directamente mapuche sino gente que simpatiza y apoya la causa. Es muy grave la política represiva que está tomando el Estado. Teniendo en cuenta que nosotros ya habíamos sido reprimidos por el kirchnerismo, la represión que se está viviendo ahora es brutal, mucho más profunda, más direccionada y la escalada represiva se ha incrementado. Macri es amigo de Lewis, Lewis es socio de Benetton. El estado de derecho que dicen defender queda violado al ver las situaciones que estamos pasando.

-¿Cómo está el proceso de la recuperación en Vuelta de Río?

-Sigue más firme que nunca. Ha crecido mucho. Han salido a la luz algunas comunidades, que se han movilizado. En Río Negro están planteando una Ley de Tierras para convertir las tierras en unidades productivas. Lo que ha sucedido es que el movimiento ha ido creciendo cada vez más y la propuesta se está instalando con mayor fuerza, se está arraigando y eso es lo que se intenta reprimir, porque más que la cantidad –y que importa- es la calidad del movimiento lo que a ellos les preocupa. Les preocupa la calidad política, la calidad filosófica, el contenido de la propuesta integral. Eso lo que le da temor al sistema porque tampoco tienen herramientas reales para reprimir situaciones que quizá si conoce de otros movimientos, con todo respeto que merezcan, pero el emergente de la lucha mapuche es algo de lo que no tienen un análisis correcto, porque para ellos es un fenómeno extraño y novedoso,  por más que seamos un pueblo milenario.  Es lo que más le da terror a ciertos sectores del poder.

Intervención en Canillitas: asamblea exigió paro y movilización

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Luego que el juez federal Martínez de Giorgi interviniera el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas y procesara a su secretario general, Omar Plaini, una asamblea masiva en el gremio reunió a trabajadores de la CGT, las CTA y fábricas recuperadas que exigieron que las centrales gremiales convoquen a un cese de actividades y movilización. Plaini: “Esto no da para más. Esto ya no es una preocupación solo de los canillitas sino de todas las organizaciones sindicales y populares”.

Foto: Nacho Yuchark

Beti tiene 85 años, está agarrada del brazo de su nieto y repite tres veces, cada vez más fuerte y hasta lo que le da la voz, entre bombos, cohetes, bengalas y banderas sindicales, que fue canillita en el partido bonaerense de Escobar. “Vengo porque esto no puede ser, me agarró asco ver todo lo que pasó”. La voz de Beti se pierde entre el bullicio, pero el contexto explica a qué se refiere: el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi intervino el lunes el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas (Sivendia) -mejor conocido como Canillitas- y desplazó y procesó a su secretario general, el diputado Omar Plaini, por “adulteración de documento público” en base a una causa de 2013 cuando una lista opositora denunció supuestas irregularidades en los comicios del gremio. Si bien la Cámara Electoral ratificó el resultado electoral y luego la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó la denuncia, más cien efectivos de Gendarmería llegaron a las 9 de la mañana del lunes en siete carros de asalto para rodear al gremio tras la decisión de un juez federal que, advierten los canillitas, no debería intervenir ya que la competencia es del fuero laboral

“Estamos tranquilos, lo que no estamos es quietos y nunca lo vamos a estar”, dijo Plaini en la puerta del sindicato, en el marco de una asamblea general convocada sumar la solidaridad del movimiento obrero y evaluar las acciones a seguir. “Tenemos mucha historia con las intervenciones. Fuimos intervenidos en el 55, en el 62, en el 66, en el 69, en el 76, en el 89, y nuevamente la historia dice que nos tenían que intervenir”. Miles de trabajadoras y trabajadores llegaron a la sede en Venezuela 2365, mientras flameaban banderas de la CGT, Aeronavegantes, Dragado y Balizamiento, Juventud Sindical, Atilra, Personal Aeronáutico. También se acercaron, entre otros, el senador y cineasta Fernando Pino Solanas, el dirigente de la CTA de los Trabajadores, Pablo Micheli, y el secretario general de FOETRA (Telefónicos), Pablo Marín.

La lista de adhesiones sumó cientos de organizaciones sociales, sindicales y centrales gremiales, además de sindicatos de prensa y la Asociación de Revistas Culturales e Independientes de Argentina (AReCIA). “La representación no se construye en cuatro paredes”, dijo Plaini. “La verdadera representación está en cada uno de los 5000 puestos de trabajo. Ahí está el sindicato: pueden quedarse con el edificio, pero no se van a quedar con nuestro laburo”.

Foto: Nacho Yuchark

“Una aberración jurídica”

Los trabajadores canillitas ya habían dejado en claro el mismo lunes que la intervención respondía a “una persecución política y un claro ataque al movimiento obrero organizado”, y una de las hipótesis acerca de la causa que reflotó Martínez de Giorgi era por el apoyo explícito del sindicato a Unidad Ciudadana, el frente que encabeza la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Plaini: “Creemos en la democracia sindical, en la libertad de conciencia y en la libertad a derecho de expresarnos, sindical o políticamente”.

Una versión indicó que, durante el allanamiento, encontraron certificados falsos para votar. “Todo eso no existió. En esa asamblea participaron 578 afiliados. Están las planillas, presentamos toda la documentación. Yo no constato las firmas, por eso no hay adulteración de documento público”. Plaini subrayó que la causa, en un comienzo, era por “adulteración de documento privado”, y que el juez cambió la carátula para poder intervenir. “Pero además esa elección de 2013 es cosa juzgada, no puede intervenir el sindicato. La Sala 10 de la cámara aboral determinó que la lista Bordó ganó con el 89 por ciento de los votos. Después lo ratificó la Corte en un fallo unánime”.

Y agregó: “Esto se decidió entre cuatro personas en una mesa de póker. Lo dijo Recalde (Héctor, jefe del bloque FpV-PJ en Diputados, abogado laboralista): es una aberración jurídica”.

Foto: Nacho Yuchark

“No da para más”

Durante la asamblea, Plaini leyó un listado de varias de las empresas que cerraron o despidieron trabajadores y trabajadoras desde diciembre de 2015 hasta la fecha.

Algunas de ellas:

  • Bangho
  • AGR
  • Techint
  • Puma
  • Ceramicas San Lorenzo
  • com
  • Ideas del Sur
  • Lanxess
  • Pepsico
  • Talleres Rioro
  • Agroindustrias Madero
  • Atanor
  • Cervecería Quilmes

También manifestó su solidaridad a obreros y obreras de fábricas recuperadas, entre ellas a Acoplados del Oeste (exPetinari), en el partido bonaerense de Merlo. Durante la noche del martes tres trabajadores y una trabajadora sufrieron allanamientos en búsqueda de maquinarias, por orden del juez Jorge Rodríguez, del Juzgado de Garantías N°5 de Morón, que convalidóun requerimiento del fiscal Fernando Capello, de la Unidad Funcional de Investigación y Juicio N°2. La orden que compartimos aquí demuestra que el juzgado buscaba maquinarias que, a su entender, podrían estar en las casas de lxs trabajadorxs: dos puentes grúa, un grupo electrógeno, un horno eléctrico, soldadoras, agujereadoras, una prensa neumática, circulares, tornos, bicicletas, carretillas, fotocopiadoras y un etcétera que sintetiza a lavaca el presidente de la cooperativa, Jorge Gutiérrez, uno de los allanados: “Es para amedrentarnos. Pensemos que el puente grúa mide 20 metros de largo por 2 de ancho. ¿Cómo lo voy a tener en mi casa?”.

Los trabajadores cumplieron esta semana cuatro meses de resistir en una carpa frente a la empresa luego que un megaoperativo de más de 600 efectivos los desalojara.

Plaini: “Esto no da para más. Fíjese la lista de todos los despidos. Ya no es una preocupación solo de los canillitas sino de todas las organizaciones sindicales, populares. El gobierno no entiende. Parece que vivimos en dos países distintos. Los despidos, las suspensiones, los allanamientos, el crecimiento de pobreza. ¿De qué argentina estamos hablando? Seguimos tomando deuda, ahora toman por 100 años. No podemos permitir. Por eso propongo a todas las centrales sindicales, a la mía, la CGT, que hagamos un cese de actividades con movilización, para decirle al gobierno basta de estos atropellos a las instituciones. Vamos a denunciar que se está violando los convenios de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), con operativo vergonzosos: 120 gendarmes en 7 carros de asalto. Yo tengo fueros y tuve que presentar documentos, allanaron todo, no me dejaban hablar, me mantenían incomunicado. No me interesan los fueros, lo que quiero es que se respete la voluntad de los trabajadores. Si me quiere buscar a mí: Balcarce 370 frente al Hospital Gandulfo, en Lomas de Zamora. Tengo mi puesto de diario con mi hermano, me van a encontrar”.

Foto: Nacho Yuchark

Paro y movilización

Esta semana se presentará en el sindicato el interventor designado por el Ministerio de Trabajo, que estará a cargo de una “comisión normalizadora”. Los trabajadores cuentan que tienen autorización para funcionar en planta baja y en primer piso, para atender la obra social. “Quiero denunciar y hacer responsable al juez y a la secretaria Verónica Lara por si algún compañero se descompensó. El lunes no dejaron a ingresar a gente con problemas oncológicos. Yo soy hipertenso y ese día tuve un problema”. En horas de la tarde, mientras se extendía el allanamiento, llegó una ambulancia del SAME porque el diputado se había descompensado. Plaini sintetiza: “Esto es un mamarracho jurídico”.

Siguió Plaini: “Los canillitas somos un termómetro social. Cuando hay crisis como la que vivimos desde diciembre de 2015, los primeros que nos enteramos somos los vendedores de diarios. Los vecinos vienen y suspenden el diario o la revista, o lo que es más grave aún: vienen a las 5 de la mañana a perdinos los clasificados. Este es el país en el que estamos viviendo”.

En la calle y en el palco se canta: “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta, se jode”. Plaini cerró: “Le digo a todos los dirigentes, si hay esta unidad, ¿por qué no hacemos la unidad en la acción y vamos definitivamente a un cese de actividades y movilización?”.

Desde la calle un grito devolvió esa pregunta con un solo concepto:

-Paro.

Foto: Nacho Yuchark


MUbis: Gente común

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Edificio Master de Eduardo Coutinho (2002)  

Un edificio en Copacabana, Rio de Janeiro. 276 apartamentos. 500 inquilinos. 12 pisos con 23 unidades cada uno. El director Eduardo Coutinho junto a un pequeño equipo de rodaje filmaron durante una semana a los habitantes de ese lugar.  

Como un laberinto de cemento, los pasillos y segmentaciones del edificio hacen confluir las más diversas historias de vida, el pasado aflora a través de los testimonios a cámara y el presente como la ineludible materialidad del espacio: la arquitectura, el diseño urbano y su influencia las relaciones humanas.  

La película solamente tiene entrevistas. Recurso menospreciado si los hay- talking heads (cabezas que hablan)- por su supuesta carencia de destreza cinematografica y su uso degradado y efectista en la imagen televisiva.

Pero la entrevista tiene una importancia histórica: la fabricación de equipos portátiles en la década del 50– por lo tanto, la posibilidad de salir a filmar a la calle   la sincronización con el sonido directo permitieron el surgimiento de nuevas estéticas y formas de registro (de esa posibilidad se nutrieron la nouvelle vague o el neorrealismo italiano, sin ir más lejos).  En Crónica de un verano (1961) Jean Rouch y Edgar Morin salieron a la calle a entrevistar a las personas que se cruzaban bajo una pregunta principal: ¿Se puede filmar a la gente con naturalidad- es decir, de manera ” puramente documental”- o la presencia de la cámara ya modifica el comportamiento? Con una lista de preguntas relacionadas a ese problema audiovisual, los directores entrevistaron a  transeúntesescritores, estudiantes obreros. La posibilidad de ver (y escuchar) personas anónimas reflexionando sobre su época hoy parece algo común, pero en ese momento era la expresión concreta de una democratización de la palabra,  que hasta entonces había sido monopolio de “la voz de Dios” (la locución objetiva y omnipresenteen el documental y del Star system en la ficción. 

El uso la entrevista en Coutinho parece una declaración de principios, que luego ahondará en sus siguientes películas con mayor complejidad. “La facultad de aprovechar mis recursos disminuye cuando su número aumenta”, decía Robert Bresson en sus Notas sobre el cinematógrafo,  máxima que el director brasilero -fallecido en 2014 parece tomar al pie de la letra. Pocos directores logran ese nivel de potencia dramática y emotividad que emanan las entrevistas de Coutinho 

No parece ser fruto de una fórmula sino de una intuición sensible: Coutinho no pregunta por temas específicos, no hay unidades temáticas ni cuestionarios que se repiten. Le interesan las personas por el solo hecho de ser personas, por sus vidas, por su forma de mirar o no a la cámara, por la manera en que el recuerdo se vuelve relato oral por la presencia de la cámara. 

Mujeres que cuentan sus abortos, vendedores ambulantes que cantan canciones, obreros que recuerdan sus viajes, una prostituta de solo 20 años que confiesa que cuando está con un cliente “miente los orgasmos” y al final de la entrevista, ante la pregunta de si mintió frente a cámara responde: “No mentí, pero no tiene importancia: a veces miento para decir la verdad”.  

Si “el orgasmo es el único momento en el que no se puede engañar a la vida” en esa reflexión de la joven brasilera se sintetiza uno de los puntos clave de la película y de la obra de Coutinho en general. 

Documental o ficción, verdad o mentira, no parecen ser cuestiones contrapuestas cuando el relato cobra dimensión corporal, cuando narran las miradas y las voces sin otra pretensión que comunicar un recuerdo o una experiencia.  Lo único verdadero es que hay un edificio de cemento en Copacabana que reúne a cientos de personas hacinadas entre sueños, inquietudes y temores. Que un director se sentó a escucharlos. Y que una cámara estuvo ahí para registrarlos. Nada más y nada menos.

#AbortoLegal y derechos humanos: la mirada de Amnistía Internacional

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Erika Guevara Rosas, directora ejecutiva  de Amnistía Internacional en Latinoamérica, habló con lavaca sobre  el  panorama de  retroceso de derechos humanos en nuestro continente, los derechos de las mujeres en ese contexto y sobre qué aporta el movimiento social a la batalla por la igualdad.

“Lamentablemente estamos enfrentando un clima de graves retrocesos en el ejercicio de derechos humanos en todo el continente sintetiza Erika Guevara Rosas  desde México, una semana despuès de haber estado en Argentina para participar de dos debates en el Parlmento sobre el aborto legal- Hay países cuyo particular contexto tiene una gravedad significativa y ese es el caso de México, un país donde la impunidad por graves violaciones a derechos humanos es la norma, no la excepción. Treinta mil personas desaparecidas en este contexto, miles y miles que han perdido la vida en la mal llamada guerra contra el narcotráfico, y muchas personas que se encuentran desplazadas internamente en búsqueda de protección. Ante esta realidad lamentablemente lo que encontramos es un Estado negligente e indolente que no asume políticas públicas encaminadas a la defensa y protección de los derechos humanos, un Estado que sin importar el tinte político se encuentra inmerso en escándalos de corrupción, en una impunidad escandalosa, y que cada día se vuelve más intolerante a la crítica”.

¿Por qué se da este proceso regresivo en la región?

Hay muchos factores que se combinan: el poder político, el poder económico, la concentración de los recursos, pero también es un reflejo de que hay un sistema patriarcal que está colapsando y en ese colapso el poder político y económico no lo quiere soltar. Es muy sintomático: este sistema se siente amenazado por el avance de las luchas sociales.

En tu visita resaltaste la importancia de los movimientos de mujeres en Argentina para toda la región. ¿Qué cuestiones ves que se están proyectando?

En Argentina se han iniciado modelos organizativos que después han sido replicados en otros lugares del continente. Uno de ellos: los Encuentros Nacionales de Mujeres, que son históricos y emblemáticos en la lucha por los derechos de las mujeres. Otro, sin duda, la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito que también ha sido un modelo muy interesante de lucha colectiva de diferentes miradas y que ha sido de un enorme aprendizaje para muchas de las luchas del continente en contextos en donde el ejercicio de derechos sexuales y reproductivos se sigue limitando. Movimientos como el #NiUnaMenos que surge del descontento social frente a la creciente visibilidad de femicidios y que, lejos de ser una cuestión de corta duración, se convierte en un movimiento, se articula con un trabajo de incidencia particularmente enfático y además permite que otras luchas por los derechos de las mujeres se puedan sumar. Sin duda alguna el movimiento de mujeres en Argentina sigue dándonos lecciones de organización, de resistencia y  de cambio transformador.

Por la ley

Durante su exposición en el Congreso, Erika Guevara Rosas graficó con números la urgencia de legislación que termine con la clandestinidad de los abortos:

  • El 97% de las mujeres en edad reproductiva en América Latina y El Caribe viven en países donde el aborto está restringido por la ley o, en muchos casos, penalizado totalmente y bajo cualquier circunstancia.
  • En el año 2016 alrededor de 760.000 mujeres fueron hospitalizadas por complicaciones de aborto inseguro.
  • Al menos el 10% de todas las muertes maternas en la región se debieron a abortos clandestinos.
  • Se calcula que alrededor de 2000 mujeres latinoamericanas mueren cada año debido a la falta de legislación que saque a los abortos de la clandestinidad.
  • En Argentina, las complicaciones derivadas de abortos inseguros singuen siendo la primera causa de muerte materna desde los años 80.

La ley que falta

En junio del año pasado se presentó por sexta vez el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, pero aún no tuvo tratamiento legislativo (http://www.lavaca.org/notas/abortolegal-en-el-congreso-el-debate-que-falta/).

Erika Guevara Rosas enfatizó que desde Amnistía Internacional “sigue intacto el compromiso de seguir priorizando la agenda por la despenalización del aborto como una bandera para atacar también la violencia institucional y estructural en contra de las mujeres” y se refirió a la necesidad de generar nuevas estrategias, “de ir abriendo alianzas con otros movimientos sociales que entiendan que la lucha por la despenalización del aborto es una lucha emblemática de la justicia social, que son las mujeres pobres, las niñas pobres, las indígenas, las negras, las de comunidades marginalizadas las que hoy en día se ven enfrentadas a la limitante en el ejercicio de sus derechos y eso tiene implicaciones no solo en lo individual, en el ejercicio en el derecho al cuerpo, a la integridad corporal, sino que también tiene repercusiones en el seno de la comunidad, en las formas organizativas de las comunidades marginalizadas. Es por eso que no solo tiene que ser una lucha del movimiento de mujeres, tiene que ser una lucha de justicia social por poner la agenda de derechos humanos en el centro de los reclamos y reivindicaciones que están teniendo los movimientos sociales, movimientos indígenas, rurales, sindicalistas. Los movimientos sociales tenemos que buscar una sinergia tal que logremos que nuestras luchas puedan ser parte de una agenda común, colectiva y más amplia”.

Paro docente en Capital: cómo está la educación pública

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Docentes de la Ciudad de Buenos Aires realizaron un paro de 24 horas y movilizaron hacia la Legislatura porteña en rechazo a la oferta paritaria del 19 por ciento del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. También exigieron mejoras en la infraestructura de los edificios. En medio de amenazas de descuento a los maestros que se plegaron a la medida de fuerza, el sindicato UTE-CTERA calculó un acatamiento del 90 por ciento: “Somos la jurisdiccion más rica del país y tenemos la oferta más pobre. ”. Qué dicen docentes y estudiantes acerca de la educación pública.

Carolina Rodríguez camina por Perú de la mano de su hijo con un pin sobre su guardapolvo que dice “Juicio y castigo” con el logo de HIJOS y un estampado en su espalda que recuerda a Carlos Fuentealba, el docente asesinado en 2004 en una protesta en Neuquén. Es maestra de 4° grado de la Escuela 3 del distrito 7 y sintetiza en una frase el por qué de esta marcha que moviliza a miles de docentes de la Ciudad de Buenos Aires desde el Ministerio de Educación porteño hasta la Legislatura: “Siguen sin ofrecernos algo que sea digno de nuestro trabajo”. Carolina se refiere a la oferta paritaria del 19 por ciento que la administración de Horacio Rodríguez Larreta mantuvo con los gremios docentes desde marzo hasta la fecha. Luego que los sindicatos –UTE, ADEF, AEP, AMET, Camyp, Sedeba, SADOP y UDA- anunciaran un nuevo paro, trascendió que la Ciudad elevaría la propuesta al 21, 5 por ciento. Los gremios lo rechazaron, y la ministra de Educación, Soledad Acuña, confirmó que descontarían el día a los docente que adherían al paro. UTE-CTERA, mientras tanto, confirmó un acatamiento del paro del 90 por ciento.

“Estamos complicados”, sigue Carolina. “Hay pocos docentes, porque la mayoría de los que salen de los profesorados prefieren ir a los privados donde ofrecen salarios más elevados. También hay problemas de infraestructura, en las últimas semanas se vieron los videos de ratas en las escuelas. En la nuestra, si funciona el agua no hay calefacción y si funciona la calefacción no hay agua: tenemos que elegir. Además vemos a los chicos desbordados por toda la situación del país, que repercute en sus casas, mientras nos fueron vaciando los equipos de orientación escolar, los gabinetes psicopedagógicos. Vemos pibes desbordados por la falta de trabajo de sus padres, por la violencia familiar, por la violencia machista, muchos emergentes con los que no contamos con las herramientas para ayudarlos”.

Carolina puntualiza que trabaja en una escuela de Caballito. “No quiero pensar lo que pasa entonces en una escuela del sur”.

Dónde están las ratas

Entre las banderas que se agitan llegando a la Legislatura camina un docente del sur de la Ciudad, Juan Manuel Mauro. Es uno de los dos maestros golpeados, pateados y gaseados por la Policía de la Ciudad en la represión del 9 de abril cuando CTERA intentó la instalación de la Escuela Itinerante frente al Congreso en medio del reclamo por la aún pendiente apertura de la paritaria nacional. A Mauro lo esposaron y lo metieron en un patrullero minutos antes que a su compañero Miguel Acuña. Ambos son delegados de UTE y maestros de la Escuela de Educación Media N°3 en la villa 1-11-14.

Dice a lavaca: “Seguimos con la causa que tenemos. Nos habían hecho una por ´hurto y lesiones´, ahora se cambió a ´diligencia judicial´. Nuestros abogados están viendo qué impacto e implicancia tiene”.

-¿Por qué marchan hoy?

-Porque estamos casi en agosto y no hemos resuelto la paritaria docente en la Ciudad de Buenos Aires. Somos la jurisdiccion más rica del país y somos la que tiene la oferta más pobre. Y la verdad es que no alcanza: estamos en una situación complicada, al igual que todos los trabajadores. Estamos pidiendo un aumento acorde: nos vinieron entre 1500 y 2000 pesos de gas, luz, y el aumento que nos ofrecieron son 1000 pesos ahora y 1000 pesos en el segundo semestre. Ahora subieron algunos puntos cuando la provincia de Buenos Aires cerró en un 27 por ciento. Nosotros pedimos el 30 por ciento y una recuperacion de lo que perdimos el año pasado. Pensábamos que, como mínimo, la propuesta empate la de la provincia tal como hacen historicamente.

-¿Cómo ves la situación en el colegio?

-Está mal. Hay un vaciamiento en la escuela pública en la Ciudad que se ve en la infraestructura, en la falta de docentes, en el ajuste en la comida de los pibes. En la villa 1-11-14 se triplicó la cantidad de chicos que van a comer al comedor mientras las becas son las mismas que en 2015. Nos sacaron las notebooks, no nos entregan más libros, ni hablar de infraestructura: en mi escuela tenemos los baños del primer piso clausurados desde junio del año pasado. Estuvimos con problemas de ratas y también se repitió en varias de la zona: la respuesta del Gobierno es que hay ratas en la Ciudad. La situación es de crisis, y se suma a lo que están pasando los pibes en general por las situación de sus familias. Los docentes vemos que los primeros impactados por las políticas de este gobierno son nuestros chicos y sus familias que estan pasando hambre, desocupación. Nuestros barrios estan muy complicados: trabajo en la 1-11-14 desde el 2000 y hace muchos años que no veo la situación que estoy viviendo en este momento. Hambre, violencia. Hace unos días hicieron un circo en la 1-11-14 por el operativo de drogas. Todos sabemos qué es lo que pasa en el bajo flores, pero se llevaron a los perejiles del menudeo. La situación de violencia es exactamente la misma que hace un mes atrás.

El ahorro forzoso

Desde el escenario ubicado sobre Perú e Hipólito Yrigoyen, previo a la entoncación del Himno Nacional, las oradoras leen un comunicado consensuado por los gremios. Algunos de los reclamos:

  • Faltan docentes.
  • Reduccion del presupuesto educativo.
  • Horas cátedra sin cubrir
  • “La jerarquización salarial y de las condiciones de nuestro trabajo es urgente, aquí y ahora. Si no hacemos algo nos quedamos sin maestros”.
  • “Durante los ultimos 3 meses nos movilizamos, hicimos caravanas y acciones en los barrios”. Piden de manera formal la continuidad de la mesa salarial ante la negativa del Gobierno porteño: “No vamos a ser cómplices de la destrucción de nuestro sistema educativo”-
  • Recomposición acorde a la inflación medida de la Ciudad (más del 26 por ciento en términos anuales).
  • “Urgente reglamentación de la licencia por violencia machista y la sanción de la ley de licencia por fertilización asistida”.

Uno de los que escucha es Marcelo Albornoz, docente de política educativa del profesorado Don Bosco: “Hay muchos temas en discusión como para cerrar la paritaria de manera arbitraria. Hay diálogos, pero infructuosos: no pasan por mejorar la calidad educativa ni la jerarquización docente”.

Balvina Lugo tiene una pechera de AMET (Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica). Es profesora de historia y educación ciudadana en la Escuela Técnica 12, en Retiro. “La sociedad cree que sólo venimos a pelear por aumento salarial, pero acá hay docentes que ni siquiera cobran cuando ingresan al sistema. Hace cuatro meses tomé horas y aún no cobré: pasó abril, mayo, junio y julio. Y se ha naturalizado que los docentes cobren pasado 2 o 3 meses, hasta un año. ¿Y sabés qué termina pasando? Muchos no toman las horas o dejan los cargos. Te dicen que es un ´ahorro forzoso´, ¿pero si me pasa algo a fin de mes? Y cuando cobrás te viene todo el paquete completo: impuesto a las ganancias”.

Qué pasa por la calle

Una enorme bandera cruza la calle Perú: es de la comunidad educativa del colegio Isauro Arancibia, en San Telmo, que desde hace tiempo quiere ser demolido para realizar obras del Metrobús. “Somos más de 40 trabajadores y a la escuela vienen más de 300 chicos en situación de calle”, dice Lila Wolman, bibliotecaria. “Tenemos edificio propio desde 2011, pero siempre estamos amenazados por el espacio del Metrobus. Esta semana, además, nos llegó una notificación en la que intiman a la coordinadora fundadora del colegio, Susana Reyes, para que se jubile”. ¿De qué estamos hablando respecto al colegio? “Tenemos jardín materal, primaria de adultos, de niños, secundaria, talleres de arte, de oficio y de comunicación, cuatro emprendimientos productivos y un hogar donde viven algunos chicos”.

Dos estudiantes terminan por definir el tono de la marcha de este frío martes.

Una de ellas es Romina Camelia, 24 años: “Vine para pelear por la educación. Estamos con miedo que nos tiren la escuela. Tengo una nena de 6 años que fue al jardín desde que nació, y ahora mis chiquitos están haciendo la primaria. Yo arranqué de chica porque me crié en la calle. El Isauro me ayudó mucho: hoy puedo estudiar y quiero terminar la primaria”.

Otro joven es Franco Saavedra, 18 años, de Quilmes: trabaja en la panadería del colegio y quiere estudiar Turismo: “La venimos remando de abajo. Salimos de la villa. Sólo queremos trabajar y terminar nuestros estudios para salir adelante”.

El femicidio nuestro de cada día

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Estamos furiosas.

Y estamos sangrando.

Es la segunda vez en el año que hay un caso de femicidio por día en lo que va del mes.

En Abril el calendario del horror nos gritaba con sus colores en las redes sociales:

Micaela

Araceli

Belén

Daniela

Florencia

Claudia

Silvia

Lucía

Ornella

Tamara

Paulina

Noemí

Silvia

Malvina

Carmen

Mayra

Cristina

Analía

Katy

Susana

No eran números, eran personas.

Todavía las tenemos en el cuerpo.

Nos duelen en las manos que quieren sentarse a escribir y no pueden.

Y nos ponemos en alerta.

Y con esa alerta paramos.

Y nos damos el tiempo, ese poco tiempo que la urgencia nos permite, y pensamos juntas cómo contar este dolor.

Duele.

Por ellas gritamos en el Obelisco bajo la lluvia y lloramos abrazadas en Plaza de Mayo.

Y por ellas marchamos exigiéndole al Estado que Ni Una Menos.

Que nos están matando.

Que son nuestras hermanas, hijas, amigas, compañeras, madres.

Que somos nosotras.

Le gritamos a un sistema que nos asesina, nos desaparece, nos invisibiliza. Que nos tapa con tierra, en bolsas, bajo cal.

Duele.

Le gritamos que BASTA.

Que pare esto.

Que haga algo.

Duele.

Y desde ese dolor conjuramos.

Paramos y nos paramos.

El asco y la indignación nos revuelven las tripas.

Creemos que el silencio es el peor de los cómplices. Pero tampoco podemos sumarnos al ruido sin pensar cómo cambiar el resultado.

Con las manos lastimadas imaginamos, hacemos, insistimos, nos sostenemos.

Y escribimos.

Escribimos que nos duele, y que ya no sabemos cómo escribirlo.

Mientras preparamos un especial para pensar en esto, los femicidios se repiten como olas.

Nuestro padrón crece como nuestra furia.  Y el mapa del terror va desde Puerto Mardryn hasta Santiago del Estero y  pasa por el conurbano Bonaerense.

Y las víctimas son adolescentes, jóvenes, adultas y niñas.

Y Thiago tiene 2 años y todavía no apareció. Thiago tiene casi la misma edad que Selene, la hija de Victoria Aguirre que es condenada por “mala madre” cuando en realidad el asesino de la niña fue Rolando Emilio Lovera, su pareja.

Y en junio también tuvimos que tragar la violación en banda seguida de femicidio de Cinthia Morán, formoseña de sólo 17 años.

Y hoy una joven en Florencio Varela muere por no poder practicarse un aborto en condiciones salubres dignas para su decisión. Una decisión que ya había tomado e iba a llevar  adelante igual.

Duele pero no nos van a cansar.

Las vamos a nombrar a todas juntas en un solo grito: nos queremos vivas y libres.

Ellas son hoy y serán siempre nuestro dolor hecho bandera.

Esta es la lista de nuestras hermanas masacradas este mes.

Duele.

  • 1 de Julio de 2017. Carla Pereyra, 31 años, San Luis. La Toma. Asesinada a golpes por su pareja. Otros datos: la víctima tenía un hijo pequeño y el agresor, de 17 años, practicaba kick boxing.
  • 2 de Julio de 2017. Georgina Díaz, 23 años, Buenos Aires. Tigre. Fue encontrada en el Delta, baleada. El agresor es un familiar. Otros datos: Georgina estuvo desaparecida junto a su hijo de 2 años. El niño no aparece aún. El agresor, José Luis Núñez (53 años) está detenido, tiene antecedentes penales por homicidio.
  • 2 de Julio de 2017. Miriam Natiele Alencar Da Silva, 19 años, de Villa Devoto. Le explotaron 2 cápsulas de las 80 que había ingerido, murió de sobredosis y la tiraron desde un auto a la calle.
  • 3 de Julio de 2017. Raquel Maldonado, 27 años, en su casa en Puerto Madryn. Apuñaladas por su pareja. Otros datos: el agresor, Maximiliano Larrabaster está detenido, imputado por homicidio agravado.
  • 4 de Julio de 2017, Ayelén Roldán, 19 años, en Glew. Apareció asfixiada por estrangulamiento en su lugar de  trabajo como niñera. Estaba embarazada de 5 meses.
  • 6 de Julio de 2017, Isabel Martina Tapia, 43 años, y su hija Jazmín de 7 años, en Villa Lugano. Fueron encontradas apuñaladas en  su casa. Las mató la pareja de Isabel.
  • 8 de Julio de 2017. Mariana Emma Córdoba, 26 años, en Punta Lara, encontrada asesinada con lesiones graves y de abuso sexual. El agresor también violó e intentó asesinar a una compañera de Emma e incendió la casa. Cuando terminó la masacre, el femicida se fue a dormir a su casa.
  • 9 de Julio de 2017, Noelia Cristina Silva, 31 años, Santiago del Estero. Fue hallada con signos de haber sido ahorcada. Se sospecha que el responsable a fue su pareja, Ariel Báez.
  • Susana Villaruel, 38 años, desaparecida desde el lunes apareció muerta hoy. Madre de 4 hijos, el principal sospechoso es el marido.

El fin de un sueño

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Por Raúl Zibechi. El ex presidente de Brasil Lula Da Silva fue condenado a 9 años de prisión que todavía no se efectivizan, acusado por el juez federal Sergio Moro de “corrupción pasiva” y lavado de dinero. El contexto brasileño, el rol de las grandes empresas y de los Estados Unidos. 

La condena por la justicia del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, es el broche final de la ofensiva contra el proyecto de convertir a Brasil en una nación independiente de los Estados Unidos y con proyección propia en el escenario regional y global. Otros dos arietes de esa estrategia llevan meses en prisión: Marcelo Odebrecht, director de la empresa que construye submarinos, y el vice-almirante Othon Luiz Pinheiro da Silva, el “padre del programa nuclear” brasileño.

El proyecto Brasil Potencia tiene una larga historia que se remonta, como mínimo, hasta la década de 1950 cuando el segundo gobierno de Getúlio Vargas (1951-1954). En su carta-testamento, Vargas sugiere que estaba siendo acosado por presiones de Washington, que no aceptaba, entre otras, su opción por un desarrollo autónomo del área nuclear. “Luché contra la expoliación de Brasil”, escribe poco antes de dispararse al corazón, el 24 de agosto de 1954.

Poco después, en 1959, el presidente desarrollista Juscelino Kubitschek (1956-1960) denunció “al FMI y a los enemigos del Brasil independiente de intentar forzar una capitulación nacional, a fin de que la industria cayese en manos extranjeras”, según afirma Alberto Moniz Bandeira en su obra Presencia de Estados Unidos en Brasil (Corregidor, 2010, p. 453).

Una década después, las ambiciones de los militares brasileños fueron plasmadas por el general y geopolítico Golbery do Couto e Silva. El militar escribió una obra decisiva, Geopolítica del Brasil (México, El Cid, 1978), donde diseña el papel de su país en la región: alianza con Washington contra el comunismo, expansión interna hacia la Amazonia y externa hacia el Pacífico para cumplir su “destino manifiesto”.

Defendía la idea de que Brasil debe “engrandecerse o perecer”, política que fue la brújula del principal think tank del Sur, la Escuela Superior de Guerra, donde se formaron los mayores cuadros de la burguesía brasileña. Entre ellos Marcelo Odebrecht, quien en la revista de la Asociación de Graduados de la ESG agradecía, hace sólo seis años, la vocación y el compromiso de las fuerzas armadas “en la formación de líderes públicos y privados”, a la vez que destacaba que sus doctrinas “contribuyen efectivamente al desarrollo nacional”.

No es ninguna casualidad que las grandes empresas brasileñas (Camargo Correa, Odebrecht, Gerdau, Votorantim, Andrade Gutierrez, entre otras) hayan crecido bajo el ala de las grandes obras del régimen militar (1964-1985).

El principal proyecto nuclear de Brasil, el Programa Nuclear de la Marina, fue creado en 1979 y en apenas una década consiguió dominar el ciclo completo de enriquecimiento de uranio con centrifugadoras desarrolladas en el país. La reacción de Washington fue tan dura como la que propició en la década de 1950 la ofensiva contra Vargas. El país fue colocado en una “lista negra” para impedirle importar materiales para su programa nuclear.

El vice-almirante Othon era el principal gestor del programa, razón por la que fue “monitoreado por agentes de la CIA” durante varios años, según medios cercanos a los militares. Su prestigio era tan grande que obtuvo ocho medallas militares. En 2015 fue detenido en el marco de la Operación Lava Jato, acusado de corrupción y desvío de fondos desde su cargo de director de Eletronuclear, la estatal que construye y opera las usinas nucleares.

El programa nuclear fue reactivado bajo el gobierno de Lula, luego del parón de la década privatizadora. En 2008 se descubrieron los yacimientos de petróleo off shore, llamados pre-sal, lo que movió al gobierno a establecer un acuerdo con Francia para la construcción del primer submarino nuclear, destinado a resguardar la “Amazonia Azul” de donde proviene el 90% de la producción petrolífera.

Odebrecht fue la empresa designada por Lula, sin concurso, para construir el astillero y una base naval para submarinos en la bahía de Sepetiba, en Rio de Janeiro. La confianza de Lula en la empresa se debe a la extensa relación entre la familia Odebrecht y el dirigente del PT, que se inició en las postrimerías de la dictadura cuando despuntaba como líder sindical.

Marcelo, el CEO de la empresa destinada a cumplir los sueños de una defensa independiente de Washington y la multinacional privada más fuerte del país, fue detenido apenas ocho semanas antes que el vice-almirante Othon. Al empresario lo condenaron a 19 años, aunque luego negoció una “delación premiada” que reduce su pena. Othon se llevó la mayor condena que han tenido los 144 encarcelados por Lava-Jato: 43 años de cárcel.

Bajo los dos gobiernos de Lula (2003-2010), Brasil sentó las bases de la integración regional a través de la creación de la UNASUR y la CELAC, sin la presencia de Estados Unidos, y fue un miembro destacado de los BRICS. Realizó enormes obras de infraestructura, algunas en la misma dirección que los gobiernos militares, como la represa de Belo Monte, y potenció como ningún otro gobierno democrático la renovación de las fuerzas armadas.

Las tres biografías tienen un punto en común: desde ámbitos bien distintos, pugnaron por un proyecto propio de gran potencia para Brasil, lo que inevitablemente molestó a los Estados Unidos. Subestimaron al imperio, probablemente por confiar en la “democracia”.

Los grandes empresarios suelen ser corruptos, de lo contrario no llegarían a acumular tanta riqueza. Los militares son el peor aparato del Estado y sobre eso cabe poca discusión, salvo para quienes sueñan con milicos democráticos o socialistas.

No creo que ningún presidente en ninguna parte del mundo sea inocente, por algo llegan a ese lugar. Se puede ser corrupto robando o “sólo” haciendo promesas que, saben, nunca cumplirán.

En el caso de Brasil, la cuestión no es la corrupción, sino la necesidad de echar abajo un proyecto de largo aliento que soñaba con modificar la relación geopolítica de fuerzas, pero sin arriesgarse a combatir.

Operativo campaña: desalojo y represión en PepsiCo

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Cientos de efectivos de Gendarmería y policía Bonaerense reprimieron hoy a los trabajadores que ocupaban la fábrica de PepsiCo en Vicente López, luego de que la multinacional despidiera a 600 familias con un cartel pegado en la puerta. Gases, balas de goma y detenciones fueron parte de un operativo impulsado por el fiscal Gastón Larramendi y avalado por la jueza Andrea Rodríguez Mentasty, esposa de un diputado de Cambiemos. Las justificaciones del fiscal, del ministro de seguridad provincial Ritondo y el aval de Vidal. Los nombres que unen a PepsiCo con el Grupo Clarín. Y las voces de los trabajadores que se quedaron afuera y quieren trabajo.

En Gervasio de Posadas y General San Martín, localidad de Florida, la cantidad de fuerzas de seguridad parece insuperable.

Patricia es una de las trabajadoras que desde el 26 de junio permanecían en la empresa en resguardo de las maquinarias y las fuentes de trabajo de otras 599 familias, luego que una de las mayores corporaciones mundiales de alimentos del mundo anunciara mediante un cartel en la puerta el cierre de la planta: “Nunca en mis 42 años viví algo así”.

Desde entonces hicieron marchas, conferencias y concentraciones para visibilizar los despidos masivos, y tomaron la planta para resguardar las fuentes de trabajo y las maquinas.

Hasta que hoy el fiscal Gastón Larramendi solicitó a la jueza Andrea Rodríguez Mentasty el desalojo.

Las obreras y los obreros, junto a organizaciones solidarias y legisladores, se congregaron en esa esquina para evitar que la policía avanzara hacia el portón de la fábrica. La cantidad de fuerzas, entre Infantería y Gendarmería, los sobrepasó. “Empezaron a doblar la esquina de una forma muy brutal. Cuando tiraron balas de goma y gases, empezamos a correr. Yo corrí una cuadra y media, con toda la infantería y policía detrás. Seguimos y seguimos, hasta que nos pasaron. Fue terrible la sensación”.

-¿Qué sensación?

-De que ellos tienen el poder y nosotros no. Eso transmitían. Fue muy feo.

El día de los eufemismos

La imgen que describen los trabajadores es siempre la misma: la policía los pasó por arriba. La represión comenzó a las 8 de la mañana, horario en el que muchos niños y niñas del barrio llegaban al colegio: un jardín y un colegio fueron evacuados. “Lo que hicieron fue brutal”, dice Catalina Balaguer, 20 años en la fábrica, dos hijas, dos nietas. “Toda la noche estuvimos tratando que tanto la gobernadora Vidal como el presidente Macri intercedieran para parar esta locura: ¡somos trabajadores! Durante un mes demostramos que PepsiCo era el ilegal y no nosotros por defender nuestros puestos de trabajo. Parece que los trabajadores estamos designados a recibir palos. Estuvimos al borde de tener un muerto: se llevaron a una persona desmayada”.

La abogada de CORREPI, María del Carmen Verdú, informó que la policía detuvo a cinco personas y las trasladó a la Comisaría 1° de San Fernando: “El fiscal Larramendi dijo que no estaban presos, sino demorados: es el día de los eufemismos. Le manifestamos que si están en una comisaría y no pueden salir, están presos. Ante la presión, dio la orden de liberarlos”.

La policía ya había entrado a la fábrica y militarizado la zona. Los accesos alrededor de la empresa colapsaban. Al momento del ingreso policial, adentro había otro grupo de obreras y obreros, que subieron al techo. Una fue Mónica Ortiz, con más de 8 años trabajando en Pepsico. Dice a lavaca: “La bronca es muchísima. También mucha impunidad. Da mucha impotencia ver cómo la empresa se maneja con el apoyo de la Gobernadora Vidal, de la Presidencia de Macri y del sindicato a través de Rodolfo Daer. Tenemos del lado de enfrente a todos estos personas y, de este, a 600 familias”.

La referencia a Daer no es casual. Tres días después de que la empresa anunciara mediante un cartel el cierre, realizaron un plenario en el Sindicato de la Alimentación, con la presencia del secretario general Daer (cabeza de la CGT durante el menemismo, hermano del actual triunviro Héctor Daer). La propuesta: el llamamiento a un paro y la contribución al fondo de lucha del 2 por ciento de aporte solidario que el gremio descuenta todos los meses. Balaguer: “Se negó a todo”. El sentimiento de lxs obrerxs quedó experesado en una pintada en la puerta de la empresa, esa misma que la policía tiró de forma brutal y registró todas las cámaras de TV.

Dice: “Daer traidor”.

Foto tomada por Nacho Yuchark para la MU 113, antes del desalojo.

Operativo campaña

Mónica Ortiz cuenta que desde un primer momento exigieron la presencia del jefe del operativo: “La situación era muy tensa. Había compañeros que amenazaban con tirarse desde el techo si se acercaba la policía”.

-¿Qué les decían?

-Todo el tiempo nos amenazaban. Nos decían que nos iban a pegar, que nos iban a hacer mierda. Así, con esas palabras, a los gritos y armados hasta los dientes.

Otro de los trabajadores que estaba dentro es el delegado Luis Medina: “La policía rompió adrede un caño de gas. Tuvimos que ponernos máscaras: nos empezamos a ahogar”. ¿Qué decían? “Nos querían pegar, nos insultaban, nos querían dar. Nosotros nos paramos en la cornisa, pero ya desde abajo nos llegaban los gases lacrimógenos”.

Los obreros negociaron que subieran diputados y diputadas para garantizar que no los golpearan. Camilo Mones, delegado: “La policía rompió todo: computadoras, vidrios. Incluso entraron en zonas donde no teníamos acceso y escuchábamos cómo estaban destrozando nuestras cosas”. Días atrás habían permitido el ingreso de canales de televisión para documentar que las máquinas estaban intactas. A lo largo de todo el conflicto, siempre sostuvieron: “La empresa está para producir”.

Efecto snack

En medio de la represión y el desalojo, PepsiCo emitió un comunicado: reitera que “nunca” consideró reabrir la planta de Vicente López y que tomó la “difícil decisión” de cerrarla y relocalizar la producción en Mar del Plata alegando una “imposibilidad de ampliación ni modernización”, una “alta estructura de costos” y “dificultades logísticas de acceso y traslados”. La multinacional ya cuenta con una planta en el Parque Industrial de Mar del Plata que, según el portal 0223, recibió en los últimos años inversiones de más de 50 millones de dólares. En febrero, se anunció que Pepsico invirtió 2 millones de pesos para comprar allí un predio de 3750 metros cuadrados. Según la empresa, se destinará a la construcción de un “centro recreativo y productivo”. Por ese motivo, los trabajadores afirman que nunca hubo crisis. La empresa, en tanto, ofrece indemnizaciones al 200%. Los trabajadores responden: “Queremos trabajo”.

Silvina Pérez, 8 años en la empresa, estaba en la carpa cuando empezó la represión: “Hace ocho años la empresa nos viene diciendo que gana premios del mejor lugar para trabajar, y de un día para el otro nos pone un cartel que cierra la planta. El día anterior presentó un preventivo de crisis, trucho, pero fue aprobado por el Ministerio de Trabajo. Yo hoy no quiero indemnización. Es plata para hoy pero hambre para mañana. Quiero mi trabajo”.

Dime quién eres

El diario Tiempo Argentino publicó que la jueza que ordenó el desalojo, Andrea Rodríguez Mentasty, es la esposa del diputado provincial por Cambiemos Walter Caruso. Según el artículo, fue designada mediante un trámite express: Caruso es miembro del Consejo de la Magistratura. La designación también fue promovida por el intendente de San Isidro, Gustavo Posse (Cambiemos). El gobierno, a través del ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, justificó la represión: “La policía actuó como tiene que actuar”. Afirmó que la gobernadora María Eugenia Vidal estuvo al tanto del operativo y dijo que la policía sólo cumplió una orden judicial. “Tratamos de hacerlo pacíficamente, lo hicimos de hecho”, sostuvo Ritondo, mientras calificaba de “violentos” a las trabajadoras y trabajadores: “Recibieron a los efectivos de seguridad con agresiones”.

El fiscal Larramendi también habló. En una entrevista con C5N aseguró que pidió el desalojo por invasión a la propiedad privada y por el riesgo ambiental que implicaba “la existencia de tanques de combustible, de aceite y alimentos”. En un reportaje con Radio El Mundo, agregó: “De ninguna manera cuestionamos el reclamo gremial, es algo totalmente lícito pero, como todo, todos los derechos no son absolutos y donde termina un derecho empieza el otro. El derecho de reclamar, de huelga, no puede avasallar a todos los demás”. No dijo nada que hay 600 familias que se quedaron en la calle.

Otro nombre ligado al conflicto que trascendió es el de Marcelo Bombau, presidente de Torneos y Competencias en 2009 (Grupo Clarín) y actual gerente de PepsiCo. Su apellido también saltó en medio del escándalo de los Panama Papers, ya que es socio del estudio jurírico M&M Bomchill, responsable de armado de empresas offshore. Clarín no habló de represión, sino de “incidentes”, y el choque entre realidad y TV ficción se produjo entre dos vecinas de Vicente López que hablaron con lavaca.

-Yo estoy desde las 3 de la mañana –dice una de ellas-. A esa hora se empezó a armar el operativo. Escuchá mi voz: tengo tomada toda la garganta por los gases que tiraban.

-Yo vivo acá, pero lo vi por tele –dice la otra.

-No tengo voz: tiraban balas de goma y gas pimienta a la cara de la gente.

-Pero desde los techos de la fábrica también tiraban cosas.

-Le pegaban a trabajadores: a hombres, a mujeres, a todo lo que se moviera.

-Pero decían que provocaron.

-¡Yo estaba ahí! Ellos estaban sólo defendiendo su trabajo.

Seguirla peleando

Las trabajadoras y los trabajadores fueron a la marcha de las Madres de Plaza de Mayo para manifestarse contra los despidos y la represión. El viernes realizarán una conferencia de prensa en Congreso para denunciar el ataque policial. El sábado, junto a organizaciones sociales y sindicales, evaluarán una jornada nacional de lucha para el martes de la semana que viene.

La bronca dura

Patricia Mora, que nunca se imaginó vivir un día así, dice: “Trato de ser ejemplo de mis hijas. Yo peleé por mi trabajo. No le di la mano a una empresa multimillonaria para dejarnos en la calle. Si yo no peleo por ellas, ¿qué es lo que le espera a la juventud mientras a nosotros nos tratan así? Por eso yo peleo por el futuro”.

La que se viene: detalles y riesgos de la reforma laboral en Brasil

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La reforma laboral que impulsó el gobierno de Michel Temer destruye derechos laborales elementales: entre ellos, autoriza jornadas laborales de 12 horas y permite que las mujeres embarazadas realicen tareas insalubres. Cómo impacta la reforma en Argentina. La sustitución de producción, lo industrial, lo sojero y el rol de los sindicatos. Cómo parar la ola neoliberal, en el análisis de datos y voces de economistas.

El Senado de Brasil aprobó la ley que el Gobierno de Michel Temer impulsó para flexibilizar las leyes laborales. A pesar del rechazo del 60 al 80 por ciento de la población (según las encuestas), la Cámara alta sancionó por 50 votos a favor, 26 en contra y 1 abstención el texto que, entre otros puntos, autoriza jornadas laborales de 12 horas diarias y permite que las mujeres embarazados y en período de lactancia realicen trabajos insalubres. La sesión fue caótica: cinco senadoras encabezadas por Gleisi Hoffman y Fátima Bezerra (PT) intentaron la interrupción de la votación ocupando durante seis horas las sillas de la mesa principal, pero el presidente del Senado, Eunicio Olivera (Partido del Movimiento de la Democracia del Brasil), ordenó la suspensión y mandó a apagar las luces de la sala. Desconectaron los micrófonos, suspendieron la transmisión de la televisión y la radio legislativa empezó a pasar música. Tras un cuarto intermedio, continuaron la sesión.

La ley es una de las patas del paquete de medidas de ajuste impulsadas por la administración de Temer, junto al congelamiento del gasto público por veinte años y la reforma del régimen de jubilaciones, trabada en la Cámara de Diputados por la crisis política de Brasil: el procurador general Rodrigo Janot denunció a Temer luego de la delación del empresario Joesley Batista, que grabó al Presidente brasileño avalando el pago de sobornos. La aprobación de la reforma se dio en medio del debate en Diputados de su eventual suspensión para su investigación.

Mientras, las protestas en las calles de Brasil estaban orientadas a un único eje: los cambios que introduce la reforma no sólo modifican el esquema productivo brasileño sino que significa un retroceso en los derechos de trabajadoras y trabajadores y en el andamiaje legal promulgado por el presidente Getulio Vargas en 1943 con la Consolidación de las Leyes de Trabajo (CLT). La Universidad de Campinas (Unicamp) publicó un dossier en el que se explicitan los intereses: afirma que la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y la Confederación Nacional de Agricultura (CNA) fueron los actores que redactaron el proyecto, presentado por el diputado Rogério Marinho, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). El profesor del Instituto de Economía de la Unicamp, José Dari Krein, sostuvo que los cambios en la legislación representan un “desmonte de los derechos históricamente adquiridos”.

Algunos de ellos

  • Las convenciones y acuerdos colectivos en las empresas prevalecen sobre las normativas legales en, por ejemplo, vacaciones y duración de las pausas.
  • Deja afuera de negociación colectiva el salario mínimo, el aguinaldo, la licencia por maternidad de 120 días, normas de seguridad y los aportes a un fondo de garantía que el trabajador recupera en caso de despido.
  • Dificulta el acceso a la Justicia del Trabajo.
  • Cancela la obligatoriedad de los aportes de los trabajadores a los sindicatos: pasaría a ser opcional.

“Tenemos 14 millones de desocupados y quieren precarizar las relaciones laborales para someter a los empleados, en particular a las mujeres, este proyecto obliga a que las embarazadas trabajen en lugar en insalubres, le quita los derechos conquistados por las empleadas domésticas en 2014”, denunció Hoffmann.

Socios y dependientes

“Brasil es el socio número uno de la Argentina”, dice Julio Gambina, economista y director del Instituto de Estudios y Formación de la CTA (IEF-CTA), que sintetiza la relación comercial construida entre ambos países durante la última década: las exportaciones argentinas a Brasil aumentaron de 4666 millones de dólares en 2003 a más de 17 mil millones en 2011. “Es el destino principal de la producción industrial argentina”, afirma Claudio Lozano, economista y coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). “Ese es el punto por el que afecta su cuadro recesivo: el capital brasileño es el que más ha ingresado durante el último tiempo en la economía argentina. Su grado de relevancia es importante”.

La dependencia también se calcula a través dela crisis. Desde que Brasil entró en recesión el volumen de comercio se contrajo un 41 por ciento entre 2011 y 2015, mientras que las ventas argentinas externas de manufacturas de origen industrial retrocedieron 21 por ciento en 2015: Brasil concentraba el 40 por ciento de estos productos. Si bien muchas empresas se fueron, 250 compañías brasileñas tienen sucursales argentinas. En noviembre, la agencia Télam publicó que unas 120 empresas llegaban al país en búsqueda de negocios luego de las desregulaciones propulsadas desde la llegada de Cambiemos a la presidencia.

¿Cómo impacta la reforma laboral en la economía argentina?

“La disminución del costo laboral en Brasil va a mejorar la competitividad de la producción brasilera en el mundo”, dice Gambina. “Mirado desde Argentina, hay que entender que Brasil y China son los dos principales socios comerciales: el país les vende y les compra mucho. Si Brasil mejora la competitividad quiere decir que mucha de la producción industrial brasileña, entre ellas los automotores, va a estar en mejores condiciones de ser colocados aquí. No es un dato menor: Argentina tiene déficit comercial con Brasil y, especialmente, déficit comercial automotriz. Esto quiere decir que son más los autos que se arman en Brasil y se venden en Argentina que los que se arman aquí y se venden allá. Eso va a generar una sustitución de producción: en vez de estimular el armado de automotores en Argentina, se va a priorizar la colocación de los productos brasileños en nuestro mercado. Eso puede disparar cesantías o despidos como los que se estuvieron produciendo en General Motors o Renault”.

Esa contracción se extiende a la industrial textil, del calzado y de la alimentación. También en el sector agroindustrial y la producción de soja. “Brasil tiene una fuerte penetración, tanto en Paraguay como en Argentina, en la zona de la triple frontera. También allí está la industria de la madera, del tabaco, la yerba mate y el té. Hay que pensar que el sector agrario y agrario industrial es el más competitivo del capitalismo argentino: Brasil puede generar condiciones para capitales externos. No sólo puede desplazar la producción local argentina en el mercado argentino sino generar condiciones para la inversión de capitales en nuestro territorio. Argentina puede seguir profundizando su déficit comercial, su estancamiento y su recesión, con un impacto social en el desempleo y en el deterioro de la capacidad de consumo, dependiente de los ingresos fijos. La reforma brasilera impulsa y empuja reformas similares en toda la región, por lo que es mirada muy de cerca: los grandes capitales internacionales están buscando oportunidades de inversión y presionan al Gobierno para que siga este camino”.

La falacia

Lozano subraya que la crisis en Brasil está lejos de resolverse y esa profundización lo debilita como mercado para las exportaciones argentinas. Un vector delicado es que esas exportaciones son las que tienen el mayor valor agregado industrial. “Eso tiene un impacto severo en el sector industrial que es el que más amenazado está en Argentina, no sólo por la situación de Brasil sino también por la situación concreta de presión del mercado interno, la apertura de importaciones y la suba de los precios de los alimentos y servicios”.

El economista subraya que lo está en curso en Brasil es “una estrategia de reforma neoliberal profunda”  que incluye la reforma laboral. “En tanto tiende a reducir costos laborales, en el marco de la globalización impacta en la Argentina poniendo el objetivo de reducción de costos aquí en una medida muchísimo mayor. Eso ya está en marcha. La propia experiencia de Macri tiene como norte principal rebajar los costos laborales: devaluación, paritarias con techo, revisar los convenios, modificar el sistema ART y el previsional. Toda su política económica desde que asumió tiene por objeto esa responsabilidad y es para ellos la causa central del problema inflacionario y la falta de competitividad en el país. Eso es una falacia”.

Lozano explica por qué:

  • “Tenemos 30 por ciento de pobres”.
  • “Ingresos promedios de 10 mil pesos, pero el 60 por ciento gana menos que eso”.
  • “La canasta familiar está en torno a los 25 mil pesos”.
  • “El 60 por ciento de los hogares no llega a fin de mes”.

Y agrega: “Caminan en dirección a un proceso flexibilizador extremo, ayudados por el hecho objetivo que casi el 40 por ciento de mano de obra argentina se encuentra en situación de no registro. Obviamente, lo ocurrido en Brasil profundiza aún más la presión sobre la situación salarial de la Argentina. Impacta de forma negativa en todo el cuadro industrial”.

Un ejemplo es el complejo automotriz: las mismas firmas operan tanto en Brasil como en Argentina. “Uno de los efectos de este proceso es que coloca a Brasil con un nivel de costo laboral menor y, por eso, hace más dura la estrategia de costos laborales en Argentina. Ese es el punto que hay que observar”. Lozano advierte que, en ese sentido, Brasil sufrió un desplazamiento en el sector industrial por China: “Brasil vivió un proceso de reprimarización en la búsqueda de competencia por vía de la reducción laboral que lo lleva a una carrera sin destino, porque China tiene mayor capacidad de tener mano de obra más barata. Es un camino complicado, pero aún más si Argentina pretende seguir el mismo rubro, como parte de la estrategia Macri, porque dejaría al país sin ninguna perspectiva industrial”.

Sindicatos no more

Para Gambina, el alto costo de la fuerza de trabajo también es la explicación oficial para argumentar el porqué de la ausencia de inversiones extranjeras. “Por eso, un fin estratégico es cambiar las convenciones colectivas de trabajo. Desde la Ley de Contrato de Trabajo en 1974 se desplegaron un conjunto de convenios que aún están vigentes. El diagnóstico del Gobierno es que esos convenios son antiguos, del siglo pasado, que la sociedad contemporánea cambió mucho y que el capitalismo del siglo XXI cambió tanto que requiere flexibilizarlos”.

Un buen ejemplo fueron los 600 despidos en Pepsico. “Despide a trabajadores que tienen 20 o 25 años de antigüedad laboral, de experiencia sindical, que han organizado reclamos históricos y, por lo tanto, genera un proceso de confrontación con la patronal. Pepsico dice que quiere abandonar sus inversiones en la radicación actual, radicarse en Mar del Plata y contratar nuevos trabajadores, de 20 años, sin experiencia ni tradición histórica de lucha”.

-El caso de Pepsico y de las decenas de empresas que cerraron y dejaron trabajadores en la calle (Atucha, Puma, Lanxess, Bangho, Atanor, por citar algunas) se conjuga con las intervenciones a sindicatos (Canillitas), el quite de personería gremial (Metrodelegados) y los dichos del Presidente Macri que llama “mafias” a la Justicia laboral.  ¿Puede decirse que el reordenamiento que establece la reforma se ve en discursos y en hechos aquí?

-Lo que está pasando en Brasil y, en lo subjetivo, desde el Gobierno de Macri está asociado a quitar derechos de trabajadores. Y eso supone una reorganización del movimiento sindical argentino. Por eso durante los últimos meses se han desarrollado episodios de intervenciones normalizadores que no ocurrían desde tiempos de la dictadura. No es pequeño el detalle de recuperar esa cuestión: en esta lógica de eliminar derechos junto a una nueva legislación previsional, se requiere un sindicalismo débil. Ni siquiera alcanza con uno negociador: el mejor sindicato es el que no existe. Aquí hay una intencionalidad de cambiar la legislación, de generar un clima ideológico y político contra las organizaciones sindicales. Esto tiene que ver, además, con que en los últimos años las patronales y los Estados nacionales están fogoneando en la OIT la eliminación del derecho a huelga. El planteo se argumenta en que en rigor, la OIT nunca legisló el derecho a huelga como derecho de los trabajadores. Que no existe. Está costando a nivel mundial, pero en el país que puedan lo van a hacer.


Gatillo fácil de Cristian Toledo: amigos y familiares reclaman justicia

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Cristian Ramón Toledo Medina trabajaba en una ferretería en el barrio porteño de Barracas. El sábado por la noche volvía de bailar junto a dos amigos cuando se cruzaron con el bombero de la Policía de la Ciudad Adrián Otero quien, según la versión policial, los confundió con ladrones. Lo concreto: Otero los empezó a perseguir y a disparar con su arma. Uno de los balazos hirió de muerte a Cristian. Este viernes vecinos y familiares convocan a una marcha a las 17 desde Iriarte y Luna hasta el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad para reclamar justicia.

“Era un pibe muy bueno, laburador, y todo el barrio está muy conmovido: no queremos que esto suceda más”. El padre Lorenzo Toto De Vedia habla desde la parroquia de la villa 21-24, en Barracas, enfrente de la ferretería donde trabajaba Cristian Ramón Toledo Medina, de 24 años, asesinado el sábado por los disparos del bombero de la Policía de la Ciudad Adrián Otero, de 45 años. “Era muy inteligente”, dice a lavaca Roque, compañero de Cristian, a quien le decían Paragüita por ser oriundo de Paraguay, aunque vivió toda su vida vivió en la Villa 21-24. “Tenía un hermano y dos hermanas. Tenía novia y era un apasionado del fútbol. Estamos muy mal: recién hoy empezamos a trabajar”.

Las aclaraciones del Padre Toto y de Roque tienen un fundamento: en un primer momento la noticia había sido que la policía había matado un “presunto ladrón”. Roque: “Trabajaba a la mañana, traía el dinero y compraba cosas. Era su lugar y se sentía importante. Manejaba todo: proveedores, dinero. Tenía mi máxima confianza porque era una persona honesta”.

La versión policial dio que los hechos ocurrieron a las 7:30 del sábado 15 de julio. Que el Paraguita iba a bordo de un Alfa Romeo (“viejísimo”, dice Roque) junto a dos amigos. Que uno de ellos le golpeó el vidrio de la puerta de su Renault Logan gris. Que creyó que era un intento de robo, que se identificó como bombero de la Policía de la Ciudad y que los jóvenes arrancaron el auto. Que los persiguió mientras disparaba a las ruedas del Alfa Romeo. Que el auto impactó en la ochava de la esquina de Vélez Sarsfield y Santo Domingo.

Roque: “Es increíble cómo trataron el tema diciendo que eran tres chicos delincuentes. Los conozco del barrio y nada que ver: hoy uno de ellos no puede hablar. Los dos están shockeados. No sé qué habrá pasado, pero lo que es seguro es que esta persona no supo manejar un momento en el que él debería haber estado preparado en lugar de salir a cazar a tres pibes. Seguro hizo una deducción: pensó que era chorro sólo por el tipo de corte, porque era morochito y porque quizá tenía una camperita larga que siempre usaba”.

-Se habla que el policía disparó ocho tiros.

-Son más de ocho tiros. El primer disparo lo termina matando. Gracias a Dios los demás no llegaron a ninguno de sus amigos. Cuando chocan en la esquina es porque el conductor nota que lo tenía en la mira y ahí se dan contra el cordón de la vereda. El policía los hace bajar con las manos en alto, los hace arrodillar. Le dicen que su amigo se está muriendo, pero le contesta que no le importa y que tampoco importa si los mataba a ellos dos.

Oficiales de la comisaría 30° llegaron al lugar y encontraron al Paragüita muerto dentro del vehículo. Tenía una herida de arma de fuego a la altura de la tetilla derecha.

Los policías detuvieron a los dos jóvenes y al bombero Otero. Luego, el juez Pablo Raúl Ormaechea (Juzgado de Instrucción N°11) lo imputó por “homicidio” y excarceló a los amigos de Cristian. Él ya estaba muerto.

“Todo el barrio está conmovido”, repite a lavaca el Padre Toto. “Los chicos sólo habían salido a bailar”. Junto a Roque convocan a una movilización el viernes a las 17 horas desde las calles Iriarte y Luna, en Barracas, hasta el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, en la avenida Regimiento Patricios 1142. Ambos concluyen: “No queremos que suceda más”.

Cambiar el mundo desde arriba

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El fin de un ciclo progresista. La fractura geopolítica en el continente. Los riesgos de la reforma laboral brasilera. Odebrechtl, lo narco y el 1%.Cuáles son los movimientos sociales que están debilitados y quiénes crean otros mundos. Los ejes de una charla magistral del periodista e investigador Raúl Zibechi en #MUTrincheraBoutique.

El fin de un ciclo

En estos últimos años se acabó un ciclo, el de los gobiernos progresistas, aunque sigue habiendo algunos que se proclaman progresistas. Y más que nada se acabó un ciclo de una cierta gobernabilidad, de un cierto orden de gobierno más o menos estable, previsible, incluso donde hay gobiernos conservadores como en Perú, aunque quien tiene la sartén por el mango de ese gobierno es el fujimorismo. Se acabó la estabilidad porque ya ningún gobierno de derecha, de izquierda, conservador o progresista tiene posibilidad de gobernar con cierta calma y con cierta tranquilidad, por decirlo de alguna manera. No hay estabilidad en México, que hay guerra. No hay estabilidad en Centroamérica, en Venezuela, donde quizá el tema de la ingobernabilidad es más evidente. No la hay en Argentina, por razones de que hace más de 40 años no hay estabilidad de nada y no la hay en Brasil, que es la mitad de Sudamérica.

A mi modo de ver, hay dos hechos que explicarían esta situación.

Uno es el modelo. Hubo una cierta estabilidad, sobre todo progresista pero también conservadora (con Ollanta Humala en Perú), cuando los precios de las materias primas estaban arriba, y con 120 dólares el barril de petróleo puede haber dinero suficiente para dar planes y políticas sociales a los pobres sin tocar la riqueza. Caído fuertemente los precios de las commodities, ya no hay más recursos para seguir repartiendo sin tocar la riqueza concentrada, ese 1 por ciento famoso. Eso pasa también en Venezuela.

Y lo otro es que hay amplios sectores de la sociedad que se han empoderado. Tienen clara conciencia de sus intereses y en general estos sectores son los que irrumpieron en Brasil: 20 millones de personas, entre 153 ciudades en la calle, diciendo queremos que esto cambie. Y bajo el gobierno del PT, que hasta el día de hoy no entendió lo que pasó porque parecía que debían estar en el paraíso, y no lo estaban. Lo que sucedió fue que millones de personas, porque mejoró la situación económica -en gran medida por los precios de las commodities y también por las políticas sociales de los gobiernos de Lula y Dilma-, empezaron a salir de sus barrios, a ir a la universidad, a moverse. Y la ciudad estalló. El sistema de transporte no era suficiente. Los sectores populares se activaron fuertemente y las clases medias también, por diferentes motivos. No en todos los países pero si en varios de ellos.

La fractura geopolítica

Las dos patas de la gobernabilidad, precios altos de commodities y paz social, se resquebrajaron en muy poco tiempo. Estamos en situación de ingobernabilidad. Me hago la pregunta: ¿qué período estamos viviendo en América Latina? Tiendo a pensar que lo que más conozco es el periodo de las independencias: la clase dominante gobernante en los virreinatos y una clase criolla emergente que buscaba desplazarlos. Y por supuesto ambos querían el apoyo de los sectores populares para derrotar al otro. Estos sectores apoyaron más bien a los criollos, pero no tuvieron proyecto propio capaz de imponerse en ese momento. Estamos en una situación bastante parecida: las viejas burguesías están en crisis, aparecen sectores emergentes, una poliburguesia que busca desplazarlos buscando apoyo de sectores populares que pelean por tener espacio propio. Esta es una de las peleas fundamentales de hoy.

Lo que quiero decir con las independencias es pensar a largo plazo. No pensar en las coyunturas, pensar en 30 o 40 años para adelante, y lo que estamos asistiendo es una profunda reconfiguración de nuestro continente donde China se reposiciona como país sumamente atractivo como mercado de la soja, de los minerales, como país inversor, independientemente del color de los gobiernos. Macri reactiva y profundiza los acuerdos con China, principal mercado. Y China está dispuesta a invertir en energía nuclear y entonces en esta reconfiguración mundial aparece como un país clave en América del Sur. Aquí quiero introducir un texto del economista Oscar Ugarteche, peruano, que analiza las inversiones y exportaciones de toda América Latina: hay un quiebre a la altura del Caribe. El Caribe, Centroamérica y México es zona de fuerte presencia de EE.UU que se profundiza: el 80 por ciento de las exportaciones de México van a EE.UU. Sudamérica mira hacia China y algunos países como Venezuela también hacia Rusia. Concluye este economista: creo que hay una guerra en ciernes, por primera vez veo posible una guerra cuyo epicentro podría ser Venezuela que es la que tiene la línea de quiebre. Tiene grandes exportaciones de petróleo a EE.UU., pero sus inversiones son chinas y su armamento es ruso. Y se pregunta: ¿por qué será que Colombia pidió ingreso a la OTAN? ¿Qué líneas de fracturas se están dando allí?

Reforma laboral y ajuste

El avasallamiento laboral es parte de un ajuste, de una oleada conservadora muy fuerte que empezó suavemente en los últimos años del gobierno de Dilma. Una derechización que se profundiza brutalmente con estos gobiernos. Eso por un lado. Por otro, el empresariado y las derechas entienden que tienen que sacar estas trabas legales que le dan poder a los trabajadores. En el caso de Brasil la edad de jubilación es todavía de 60 años, es muy baja, y los trabajadores estatales tienen una serie de privilegios jubilatorios que quieren eliminar. Hay que tener en cuenta que los déficit fiscales son grandes porque se incrementa el salario mínimo, las políticas sociales y los beneficios y a la vez hay crisis económica: los precios de las exportaciones han caído, hay que cerrar las cuentas y normalmente se cierran de esa manera. Hay un fuerte arrasamiento de sectores empresariales que entienden que lo necesitan para recuperar más que su tasa de ganancia -porque nunca fue muy tocada-, es su libertad como empresarios. Y así el estado necesita sobre todo atacar a los funcionarios públicos. En Argentina hubo una limpieza de funcionarios porque hay que reducir.

La reforma laboral afecta muchísimo a los trabajadores pero mucho a los estatales. Y el Estado necesita bajar eso. Ese es un tema. Por ejemplo los sistemas jubilatorios hay que moverlos: no puede ser que en España sea de 67 años y en Brasil 60. Está muy bien que sea 60, pero los déficit son muy altos y las jubilaciones se están moviendo en todas partes. Y esta oleada conservadora apunta eso: a reducir derechos laborales, jubilatorios, en todos los terrenos para reducir más que nada el gasto del Estado, menos en policías y armamentos.

Lo que no se toca

El problema de fondo no tiene que ver con la masa salarial ni con el envejecimiento de la población sino que el 1 por ciento de los ricos acumula cada vez más rentas y, a partir del 2008, acumularon mucho más. Incluso economistas neoliberales como Paul Krugman y Joseph Stiglitz, están planteando que este nivel de concentración de la riqueza hace no solo que la economía sea insostenible sino que la sociedad sea insostenible. Estamos llegando a niveles de desigualdad similares a los que hubo en la Edad Media, antes de los que hubo de la sociedad industrial. Ese es el problema número 1 y el tema es hasta qué punto hay voluntad política de los que podrían tenerla para tocar ese 1 por ciento. No la hay.

En el caso de Brasil nunca la hubo. Brasil es uno de los grandes países más desiguales del mundo. Hay solo 4 o 5 países más desiguales que Brasil. Además es una desigualdad en la que la desigualdad de renta se superpone a una herencia colonial brutal en donde las mismas familias como el caso de Colombia -que junto a Brasil nunca tuvieron reforma agraria-,  que se   beneficiaron de la esclavitud, están hoy en el núcleo del poder.

No es solo desigualdad económica -que es lo que tiene Europa- sino desigualdad racial y eso implica una profunda agresión patriarcal sobre las mujeres porque el colonialismo tiene en las mujeres pobres uno de los ejes de violencia más brutales. Lo que hicieron los gobiernos progresistas en general fue repartir mejor la torta salarial entre los altos salarios y los más bajos. La desigualdad bajó si mirás la masa salarial, pero si mirás la renta como en el estudio de Thomas Piketty sobre sobre el 1% en base a los impuestos y la renta que pagan, revela que la desigualdad no solo no se dio sino que aumentó. Y en ese lio estamos metidos.

Odebrecht

Surge en los años ´30 en el nordeste. Es una familia de emigrantes alemanes. Marcelo Odebrecht -que está preso- es la tercera generación. Es una empresa que surge con el desarrollismo brasilero y se fortalece mucho en la dictadura. Pero en los 70, desde que emerge el nuevo movimiento sindical, Odebrecht también financia las campañas del PT. En Brasil, la burguesía brasileña –si se puede llamar así-, está compuesta por varias grandes empresas de la construcción (Odebretch, Camargo Correa, OAS, algunas del acero, JBS, etc). Odebretch es la más importante de todas de la construcción. Tiene negocios en 100 países, 200 mil empleados. Solo en Angola tiene 25 mil. Entonces cuando Lula llega al gobierno establece una alianza con esta burguesía. Esa es una parte que habla que en América del Sur el Estado no financia las campañas electorales sino las empresas privadas y ahí hay negociados bastante pesados. Pero eso es la mitad de la historia: la otra mitad es que Lula en 2008 firma un acuerdo militar con Francia para que Brasil construya submarinos nucleares en un astillero. Solo 5 países tienen submarinos nucleares: EE.UU, Francia, Inglaterra, China, Rusia. Ahora India y Brasil. Entonces la fabricación en alianza con Francia con transferencia de tecnología se le da a Odebrecht. Entonces: todas las empresas de Brasil son corruptas pero Odebretch está en el ojo de la tormenta y yo creo que allí hay un interés de alguna agencia estadounidense.

Extractivismo

La lucha megaminera es muy potente. Desde aquel plebiscito en Esquel hasta hoy se han conseguido muchas victorias, en Argentina, en Chile, Perú, Colombia. En Cajamarca, el norte de Perú, hay una mina de oro y ahí hay una resistencia muy interesante de las comunidades. Ahí está metida Odebrecht. Creo que el capitalismo y el neoliberalismo son extractivos. Hay que tener mucha voluntad política para salir del extractivismo.

El modelo extractivo tiene una gran capacidad de lubricar la economía porque para un gobierno cómodo es bueno tener a principio de mes caja para pagar salarios. Además el modelo extractivo tiene una gran capacidad de corrupción y de coerción, está muy metido en los núcleos fundamentales de la sociedad: en la prensa, en la política, en las universidades. ¿Cuántas financia el agronegocio y la minería aquí en Argentina? La resistencia al poder extractivo está ya desplegándose pero va a demorar mucho en poder derrotarlo. Lo que quiero decir es que desarmar el poder extractivo no se va a hacer desde arriba sino desde abajo. Es mi imagen hoy: no veo ningún gobierno que tenga voluntad política de salir del extractivismo.

El extractivismo no es solo una economía, es una sociedad, una relación social extractiva, funcionales al narco, a los femicidios, a toda esta situación de despojo que vivimos en las ciudades. Es un modelo de sociedad total que todavía tiene fuertes y que si salimos de él es porque la gente consigue bloquearlo. No genera empleo: el modelo industrial generaba millones de empleos y millones de consumidores. ¿Quién consume oro, cobre, soja? El extractvisimo genera empleo e integra a la mitad de la población, la otra queda afuera. Esa es la es que es víctima. Vos tenías en la época industrial familias enteras que llegaban del campo a los pueblos y a lo largo de una vida el varón y la mujer tenían un desempeño ascendente. El varón terminaba de mecánico, tornero, un oficio, y los hijos podían aspirar a estudiar, a la universidad. Hoy el desempeño de los hijos es menor: 10 años de superávit y sigue habiendo pobreza. Es escandaloso lo que se ve.

Movimientos

Los movimientos están atravesando un momento muy complejo en general. Están bastante debilitados, divididos y desorientados. Uno puede decir que en Conga hay una resistencia fuerte a la megaminería, pero es local: cuando se intentó un movimiento contra la megamineria a escala del Perú, no funciona. Hay una resistencia aquí, otra en Arequipa, pero no hay un movimiento nacional. En Argentina hay resistencias valiosas y muy potentes, pero no alcanza a ser estrategia. Hay una tendencia muy fuerte a que la lucha directa no podemos trasladarla al terreno electoral. Todo desemboca en elecciones, en institucionalización. Hay formas de trabajo que ya no funcionan, seguir construyendo en base a planes no tiene sentido, es muy frágil esa construcción. Sin embargo hay nuevos movimientos que surgen. En argentina, un ejemplo: los campamentos sanitarios. Es una experiencia muy interesante.

Hay dos movimientos muy potentes nuevos en América Latina: el de mujeres, donde Argentina es un epicentro central con todo un activismo cultural escénico muy fuerte con Ni Una Menos, los Encuentros. Tal fuerza tiene que en movimientos de base están discutiendo hasta los varones. El otro movimiento fuerte es el negro, el afro, donde en Colombia ha habido una movilización muy fuerte en Buenaventura, y en Brasil, donde hay un nuevo activismo negro en favelas, muy difícil porque allí está la policía militar.

Narco

Cuando ganó el No a la Paz en Colombia implicó una alianza de latifundistas, el narco-uribismo y los pentecostales. Vivimos situaciones de esas. En México hay regiones enteras que las gobierna el narco en alianza con los militares y empresarios. Cuando se explicaba Ayotzinapa en el estado de Guerrero los compañeros mexicanos ordenaban: en Guerrero hay muchos cultivos de amapola (con los que se hace la heroína), a los cultivos los protege el Ejército, a los puertos por los que entran precursores la Marina, y el trabajo lo hace el narco. Estos chicos tuvieron la desgracia de ir en un autobús que llevaba droga. No sabían. A ese nivel de descomposición, México es el punto más alto. El asesor de seguridad de Peña Nieto se llamaba general Oscar Naranjo, jefe de la policía colombiana. O sea que hay una política de cruzarse saberes, por eso creo que el narco. El narco se puede equivocar, pero cuando se trata de matar población civil y movimientos los tiene muy claros.

La educación del sistema es cada vez más deficitaria. Hay soldaditos victimas del narco. Trata, prostitución, violencia directa y eso en México se visualiza de una forma muy clara.

Es responsabilidad nuestra trabajar con esos futuros soldaditos del narco. Si hubiera un proyecto revolucionario potente estarían con nosotros. Es muy difícil, pero ¿qué hacemos? Son carne de cañón de la Bonaerense, del narco grande, de los medios y de la clase media. Son descartables. Ahí hay una responsabilidad política de primer nivel nuestro.

Espacios propios

Hay que crear espacios propios, y defenderlos. Crear algo nuevo, y ese mundo nuevo deber lo suficientemente rico y amplio para que todos tengan lugar. Los niños, las mujeres, los jóvenes, los colores diversos. Y no es fácil defenderlos. Hay una constante: crear espacios, hacerlos lindos, fuertes, diversos. Y hacerlos durar en el tiempo. Hay dos claves fundamentales: una durar en el tiempo y para eso hay que tejer en base a la ética, no en base a lo inmediato. No hay atajos. Y la segundo la clave de los proyectos es el recambio generacional. Siempre llega un momento en el cual hay que pasarle la posta a los otros y eso es fundamental: la mitad de los zapatistas tienen menos de 20 años. Es un movimiento con futuro, y ya no desfilan con armas o pasamontañas. Hacen cosas artísticas. Van creando cosas nuevas, teatro, música y no muestran los fierros. El recambio es reinventarse como colectivo. Y ese momento de volver a nacer es muy importante. Y muy lindo.

Animales sueltos: inauguró La Rural

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La feria de animales, máquinas y marcas quedó inaugurada el miércoles con distintas exposiciones y stands. Cuáles son los juegos propuestos para los niños, y con qué se entretienen los grandes. Cuál es el discurso oficial del Ministerio de Agroindustria. Quiénes son los especialistas invitados. Dónde (no) están los feed lot, los transgénicos y agroquímicos. Qué muestra y qué esconde la 131° feria anual de agricultura, ganadería e industria internacional.

La cola de entrada al predio de la Sociedad Rural sobre la Avenida Santa Fe es lo suficientemente larga como para que los niños pregunten muchas veces cuánto falta y dos hombres mayores pidan monedas.

Hasta ahí, cualquier salida de vacaciones de invierno en este país.

En la fila: abuelos, padres, jubilados y abonados al Club 2×1 de La Nación – con fila propia- esperan para comprar la entrada de la Expo Rural 2017.

Son cuatro filas de unas 10 personas cada una que se mantendrán constantes a lo largo del día pero que, según Jorge, no están lejos de cualquier otra exposición: “Es una feria como cualquiera”.

A primera vista no hay botas, ni pañuelos ni nada que indique la presencia de un gaucho, gaucha o gente de campo: quizás a eso se refiera el hombre. Luis, ejemplo, vino de Lomas de Zamora con sus dos nietas y Ariel, Daniel y Alfonso hicieron otra más insólita: “Nos bajamos del avión a las 8, dejamos las cosas en el hotel y vinimos para acá”. Son de Chaco. La primera parada de tour -que dura hasta el domingo y también incluye teatro de revista- es la Expo Rural.

Jorge la compara con la Feria del Libro, aunque advierte que estas fechas se la reserva la sociedad Rural para hacer su propio evento “porque es cuando los pibes están de vacaciones, entonces tienen más gente asegurada”. Él es dueño de uno de los puestos que en la puerta venden choris y es el dato es preciso: esta exposición se celebra siempre durante julio y ya lleva 130 ediciones.

Esta vez se presenta la muestra bajo el hasthag #MeGustaElCampo. La imagen que predomina la gigantografía es de una vaca robusta y con una estrella en su oreja, como las premiadas en los concursos.

Al entrar por avenida Santa Fe, lo primero que se ve son animales parecidos a esa vaca de la promoción, colocadas en un corral que está en medio de un galpón oscuro, con una reja que cada tanto es abierta por mujeres de boina para que los chicos toquen a los animales y los grandes los fotografíen.

Los chicos dicen “¡Hola, vaca!”.

Y las vacas no contestan.

Sara – una sesentona con pañuelo al cuello- aclara: “Son de las buenas”. Las de feed lot no son parte de lo expo.

En este galpón se verán vacas, ovejas y hasta llamas, muchas de ellas con una remera o una especie de sweater que, además de protegerlas del frío, indica la especie y el nombre de la empresa propietaria. Recuerdo entonces la sentencia que el gran Carlos Melone escribió en una contratapa de la MU: “Ponerle un sweater a un perro es como ponerle un traje de neoprene a un delfín”.

Sobre los costados de los corrales hay una fila de stands donde se comercializan tapados, sweaters, alfombras, pantuflas y peluches. No es muy difícil deducir, entonces, que esas

pieles son de esos animales. Cualquier comentario que se haga al respecto puede sonar tan obsceno como ese montaje ferial.

Si hay algo que no hay en el campo es culpa.

La Sociedad Argentina de Criadores de Hereford – y sus pieles- es atendida por dos veteranos amigables que cuentan: “Nos ofrecieron el puesto a último momento: se ve que no tenían tanta gente este año”. Otro de los stands sintetiza su presencia no por volumen de ventas ni pacto de negocios, sino por esa inercia llamada tradición que caracteriza a las costumbres rurales: “Hay que estar”.

Para los chicos, ya dijimos, abundan las propuestas: es hacía ahí que se propone un vínculo que intenta demostrar a los pequeños qué significa el modelo del agro. Una imagen clara la asume el guía gratuito que tiene la expo, un joven de 30 y pico que, chaleco y pelo al costado, relee el cartel que está frente a los chicos y sus padres: “Argentina produce alimentos para 418 millones de personas y nosotros somos 44 millones. Es decir que por un argentino, pueden comer otras diez personas en el mundo”.

La leyenda que eligió poner el ministerio de Agroindustria en su panel avala este discurso oficial: “Producimos para el mundo”.

El guía sigue leyendo el cartel: “Lo que más producimos es soja y trigo. ¿Ustedes comen trigo? Es la harina. ¿Qué comen que tenga harina harina?” Los niños enumeran: pizzas, empanadas… y fideos, sopla una madre. Tartas, suma otra. “Y de soja, ¿qué comen?” Los niños miran a sus madres. Las madres miran al guía. El guía repone: “Leche, aceite, milanesas…”.

Producimos para el mundo.

Nadie informa que la mayor parte de la tierra cultivada en Argentina es para producir comida para chanchos chinos.

En la expo Rural no hay referencias al agro negocio transgénico, a la sojización del país y a la privatización de las semillas. Los carteles prefieren sus neologismos: “Biodesarrollo” “Bioeconomía”. Y exponer en lugar central a sus responsables: Bio Génesis o Baghó, cuyo sugerente lema es “fronterizate”.

Además de una sede del INTA -en el que se huele un clima de negocios- el stand del Ministerio está rodeado de chicos y chicas que juegan al tiro al blanco. Según qué dardo ensarten, apuntan a una pregunta. Por ejemplo: “¿Qué alimentos se comen con soja?”.

A quienes responden bien o más o menos se les regala un cuadradito de cartón con una semilla de trigo adentro. “Es lo más fácil de que crezca”, resume la explicación la promotora. Los niños salen corriendo, contentos por haber ganado, sin entender muy bien qué  representa el premio.

Otro juego está en el stand de la Policía de la Ciudad. Allí distintos promotores vestidos de celeste – no policías- promueven dos tipos de juegos: uno con un lente 3D que mira en 360 grados (en sintonía con la onda tecnológica que intenta demostrar la Ciudad); y otro que imita a un memotest. Los chicos deben introducir sus datos personales (DNI, nombre y mail: ¿pór qué? ¿qué hacen con esos datos?) y luego tienen que recordar las patentes que les muestran y después, les esconden. Es decir: jugar a ser policía.

Las propuestas infantiles siguen con Coca Cola gratis – hay media cola de cuadra-, y en el Pabellón de los Chicos los esperan las fast food, una muestra de “Nacimiento de pajaritos”, peluches de animales y, de nuevo, otro stand de Coca Cola.

La Rural parece un gran shopping a cielo abierto de marcas asociadas a lo agro, si se lo expone como mercado. Animales, tractores, autos, camionetas y Coca Cola por todos lados.

Uno de los atractivos es un parque con pendientes pronunciadas donde hay camionetas demostrando la capacidad de sus ruedas y el rendimiento de sus motores. Aquí también hay una cola para subirse a la camioneta y hacer ese paseo semi-extremo desde adentro. Una especie de montaña rusa rural.

Ya entre los pasillos del predio, fuera de los galpones, empieza a verse “gente de campo”, aunque no el gaucho tal cual lo pinta el folklore. “Ahora las plumas las usan en la campera”, bromea un vendedor de Coca Cola para señalar que están de moda esas camperas que se hacen bollitos. Un cartel dentro de uno de los predios resume el concepto de los tiempos transgénicos: “TecnoGaucho”. El vendedor de Coca Cola describe: “Usan Apple, tienen termo Stanley, camionetas Ford o Toyota, toman en café Martínez”. Lo suyo – además de un estudio sociológico preciso- es una enumeración de las empresas que tienen stand dentro de la feria.

Entre los carritos de comida, la reina es la empresa Swift. Las vendedoras que te dan el ticket a cambio de la comida tienen la remera roja de Swift. La hamburguesa que entregan los cocineros es Swift. Al lado de las vacas venden comida… de Sfwit.

Los puestos de embutidos que presumen ser familiares arrojan otro tipo de productos: por 250 pesos uno puede llevarse un salamín, un queso, un chorizo picado fino, otro picado grueso y algo más. Allí se ofrecen pinchos de embutidos para degustar, al igual que las bodegas sus vinos: ““Hay muchos que prueban, prueban, pero no compran. Cada vez más. Antes había más respeto”, sintetiza un enfadado productor regional.

A un costado del parque de comidas hay otro menú gratuito: el centro de espiritualidad Santa María celebra una misa.

Fernet Branca reparte vasitos gratis.

El sindicato UATRE, de trabajadores rurales líder del trabajo en negro, reparte volantes promocionando sus hoteles.

Una pantalla exhibe el programa: poco más tarde, en otro pabellón ofrece la charla llamada “Buenas prácticas agrícolas”, a cargo del ingeniero agrónomo Pablo Grosso. Según revela

su perfil de Linkedin, Grosso trabaja en la empresa de agroquímicos Xinachem y fue gerente de ventas de Monsanto durante diez años.

Del otro lado, el palco principal está ocupado por gente que aprovecha los rayitos de sol de un día frío.

El predio central está vacío y rodeado de los banners publicitarios: Clarín, La Nación, Canal Rural, Chacra TV, Radio Mitre, Ford, New Holland, Banco Nación y Galicia.

Arriba, la leyenda conocida proclama bien grande: “Cultivar el suelo es servir a la patria”.

El perfume también es concocido: mezcla humo de parilla con bosta.

El sonido es alborotado: Radio Mitre, nacional y AM950 trasladaron sus estudios y transmiten por altoparlante.

Detrás de una de las peceras que simulan el estudio radial está ahora mismo Miguel Del Sel, invitado al programa de Fernando Bravo.

Última pregunta de Bravo:

“¿Cómo ve al gobierno?”

Respuesta del cómico:

“Los desastres se arreglan de a poco, no hay nada mágico. Pero le tengo confianza a la gente, al país y a este gobierno, por supuesto”.

El saludo final del conductor suena cariñoso:

“Chau, Miguelito”.

Alguien de este lado del vidrio le pide una foto al Midachi.

Del Sel asiente con la cabeza.

La mujer le da la cámara a la amiga y manotea a su hija, que no entiende qué sucede.

Se paran juntos y sonrientes.

Por detrás asoma el nombre de uno de los salones: “José Alfredo Martínez de Hoz”.

Mil millones contra la violencia machista: cómo lograr que el Estado haga lo imposible

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El movimiento feminista español está consiguiendo lo imposible: mil millones de euros para combatir la violencia machista. Es el compromiso que en pocos días está por firmar el Estado español y que contempla diez puntos centrales para asistir a las sobrevivientes de violencia machista y para prevenirla. Este es el resultado de una campaña que el movimiento feminista español realizó con la exigencia de una medida concreta que bautizó “Pacto de Estado”. Todas las organizaciones se encolumnaron detrás de este mismo y único reclamo, que apuntó a algo muy concreto: que el Estado destine plata -y mucha- para parar “el flagelo de la violencia machista”.

Lograr lo imposible fue un trabajo que el movimiento feminista español realizó de diferentes maneras y en varios frentes: de lejos se ve claro que formaron una movida diversa pero muy compacta. Desde una huelga de hambre que realizaron sobrevivientes de violencia machista en Puerta del Sol durante 26 días -y que se levantó el mismo día que se abrieron las negociaciones del Pacto- hasta piquetes simultáneos en las puertas de 200 ayuntamientos, además de movilizaciones, agites y perfomances.

Una de esas tantas estuvo impulsada por la organización Mujeres Sobrevivientes de Violencia, creada por Antonia Ávalos Torres y que desató gran repercusión cuando realizó la procesión de El Coño Insumiso en Sevilla, performance por la cual está actualmente procesada. Antonia compartió el miércoles pasado en MU su experiencia en el marco del movimiento feminista español. Desde ese lugar de ser “solo una de las tantas que empujaron”, explicó los alcances de este Pacto. “Desde el punto de vista de las víctimas, el principal cambio es que ya no es necesaria la denuncia judicial para que el Estado intervenga. Esto representa sacarle a la mujer víctima de violencia el tremendo peso que representa cargar con todo el proceso judicial”. Antonia señala el otro cambio importante: el triunfo político que implica haber logrado que el Estado asuma su obligación de actuar ante un hecho de violencia contra las mujeres sin mediar judicialización. “Es un forma concreta de hacerlo responsable”.

Performance en Zaragoza

No es género, es machismo

Otro aspecto central del proceso que llevó a este resultado: nunca se utilizó la palabra “género” para referirse a la violencia contra las mujeres. Y fue tal el acento que se puso en evitar la palabra “género” que hoy prácticamente ningún medio de comunicación se refiere a este tema sin llamarlo por su nombre: “violencia machista”. El objetivo no fue sólo semántico: el Estado español enmarca como “violencia de género” sólo a aquella producida en el marco intrafamiliar. Es exactamente lo que ocurre en Argentina, pero pocas organizaciones y académicas comprenden. Un ejemplo concreto: la única oficina que realiza una estadística de femicidios es la de la Corte Suprema y desde su nombre explícita los límites de esas cuentas: Oficina de Violencia Doméstica. Otro ejemplo concreto: la abogada Verónica Heredia denunció que la línea 144 no atendió los requerimientos del caso de una adolescente violada por un gendarme por dos motivos: era adolescente – y la línea depende del Consejo de la Mujer- y el agresor no era su pareja y por lo tanto no encuadraba en el marco de “violencia de género”.

Movilización en Galicia

El Pacto

Con lenguaje preciso y objetivos definidos, el movimiento feminista español está ahora recogiendo lo que así sembró. Una subcomisión parlamentaria es la encargada de definir los alcances del Pacto de Estado, que hasta ahora concreta los principales reclamos del movimiento. Entre ellos, que se amplíen las causales de violencias que – “género” mediante- habían quedado reducidas al ámbito doméstico. Otro logro: la creación de “unidades de apoyo” que deberán funcionar en los 7 mil municipios españoles, con especialistas que “garanticen el derecho de las mujeres a una asistencia social integral”. Esto es: que garanticen todo lo que necesita, desde lo legal hasta lo económico. Antonia explica el concepto: “El enfoque que ha sostenido el movimiento feminista en esta discusión con el Estado es simple: tiene que diseñar para estos casos las mismas políticas que para los testigos protegidos. Las mujeres víctimas de violencias necesitan una nueva identidad social”.

Acción del Colectivo Gitano, en Sevilla

El movimiento había exigido al Estado 1.200 millones de euros para garantizar un shock de medidas destinadas a terminar con la violencia machista. Esgrimiendo el Convenio de Estambul, acordado en el marco del Consejo de Europa, le recordó que estaba obligado a “proteger, prevenir, perseguir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres”, pero tal como dice Antonia fue la fuerza de la calle la que abrió las puertas de la negociación.

Perfomance artística en Puerta del Sol para apoyar el acampe y huelga de hambre de las 8 mujeres sobrevivientes de violencia machista.
Concentración en Madrid

Hoy mismo los debates más duros están centrados en cómo se fiscalizarán los mil millones destinados que el Estado español se compromete a hacer efectivo en los próximos 5 años. Controlar el uso de esos fondos es para el movimiento feminista un tema central para garantizar que efectivamente se inyecten en donde hagan efecto concreto.

Marcha de apoyo a las mujeres en huelga de hambre en Puerta del Sol, Madrid

Gatillo fácil de Cristian Toledo: una marcha para exigir justicia y parar a la policía

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Cientos de personas marcharon con antorchas y velas desde la villa 21 de Barracas hasta el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad con una consigna concreta: “Basta de gatillo fácil”. Cristian Toledo tenía 24 años y fue asesinado por el bombero de la Policía de la Ciudad Adrián Otero luego de salir a bailar con sus amigos. Otero los persiguió a tiros pensando que eran delincuentes. Qué significa este caso, el incremento de la violencia policial, la discriminación y el racismo, la inseguridad hacia las fuerzas de seguridad y el rol del periodismo.

Hace unos minutos que la columna de cuerpos, rostros, pies y manos con carteles y banderas y remeras partió por la avenida Osvaldo Cruz desde la Parroquia de la Virgen de Caacupé -o de la Caacupé a secas, como le dicen en la villa 21-, y un mar de aplausos la abraza cuando llega al cruce de las avenidas Vélez Sarsfield e Iriarte. Aquí hay otra columna de gente, también con carteles, también con banderas, una misma cara y una misma frase: «Justicia por Cristian Toledo. Basta de gatillo fácil». Los aplausos también llegan de autos que pasan, de las puertas de las casas abiertas, del kiosco de la esquina, de la despensa, de la panadería, de un barrio entero, mientras un carro de tres ruedas con parlantes cuenta el reclamo de esta marcha, que se repetirá a lo largo de 25 cuadras hasta la puerta del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires.

Basta de gatillo fácil. En este caso el bombero Adrián Gustavo Otero, que se crea dueño de la vida de otro y se la robe un sábado a la mañana. Que se sienta impune y dispare más de 20 tiros por una discusión de tránsito. “Para qué querés una ambulancia si tu amigo ya está muerto”, le contestó el policía a los amigos cuando desde el piso y esposados le pedían por favor que lo llevara a un hospital.

Por los parlantes también se escuchan los hechos:

  • Cristian Ramón Toledo Medina, el Paragüita, tenía 24 años.
  • Trabajaba en la ferretería que está enfrente a la Parroquia Caacupé.
  • Salió a bailar con dos amigos la madrugada del 15 de julio.
  • Viajaban en un Alfa Romeo, “viejísimo”, según describe su compañero ferretero Roque Paniagua, 42 años, en medio de la movilización. Con Cristian se pusieron la ferretería hace tres años: “Se ocupaba de todo. Tenía plena confianza”.
  • Algunos medios que siguieron el parte policial informaron que era un delincuente, que había discutido con el bombero de la Policía de la Ciudad Adrían Otero, de 45 años, que manejaba un Renault Logan gris. Lo cierto es lo que explica esta marcha: Otero los persiguió a tiros por cinco cuadras hasta que los hizo chocar en la esquina de Vélez Sarsfield y Santo Domingo.
  • Uno de esos tiros mató al Paragüita.
  • Oficiales de la comisaría 30° encarcelaron a Otero y a los amigos. Luego, el juez Pablo Ormaechea, del Juzgado de Instrucción N°11, ordenó la excarcelación de los jóvenes e imputó por “homicidio” al oficial, que sigue preso.

“El Paragüita era como mi hermano”, dice Fernando, amigo de Cristian, que camina con una de las remeras que vecinos reparten junto a pines con su cara y la misma leyenda de justicia. “Me enteré por teléfono. Me dijeron que había tenido una discusión con un chabón, que los corrió y los mató. Sólo había ido a bailar, ¿entendés? Es algo que no se cree. Él nunca le faltó el respeto a nadie. A nadie. Pero todos te discriminan porque vivís en una villa. O por la vestimenta. Roban adelante de los policías y no pasa nada. Ahora: si te ponés un conjunto deportivo, te paran. Acá es así”.

La voz de las velas

La marcha es en silencio. No hay cantos. Sólo el parlante que a lo largo de diferentes cuadras y diferentes vecinos repite la historia del Paragüita, para que la escuchen todos y todas, mientras pasa canciones de ballenato porque era  «la música que escuchaba». Hay muchas remeras, muchos pines, muchos carteles que piden justicia. Algunas personas llevan antorchas. Otras llevan velas protegidas por el cuello de una botella de plástico que sostienen gracias palos de escoba.

La movilización ocupa más de una cuadra. Hay cientos de personas y una de ellas es Romina, vecina de la 21: “Hay mucha violencia policial. Y se agravó más ahora. Ya porque ellos ven a los chicos que les parecen negritos, con gorrita o vestidos de tal forma piensan que son chorros. Y no es así: hay muchos laburantes, pero los detienen por portación de cara. Ok, de última pedile el DNI, pero no la violencia: son muy violentos y asustan a los chicos. Los asustan, y muchos son chicos chiquitos: ¿cómo entonces no van a salir corriendo cuando ven un policía que los quiere parar?”.

Otro de ellos es Manuel, también del barrio. “Es zarpado: nos tenemos hasta que cuidar de salir a divertirnos en auto. Yo ya lo dejé de hacer: hace un tiempo salimos con unos amigos a jugar al pool en San Telmo, y no habíamos terminado de bajarnos que ya teníamos siete monos arriba nuestro. Nos hicieron tirar al piso. Todo un espectáculo al pedo: íbamos a jugar al pool nomás. Cuando salimos, pasó lo mismo”.

El Padre Toto es una de las personas que encabeza la columna. Antes de salir del barrio dio una misa especial en la Caacupé en la que recordó a Cristian, que había sido bautizado en la parroquia. Ahora habla en medio de la calle. “Vino mucha gente del barrio porque hay una conmoción. El Paragüita era un buen pibe, pero también hay una  sensación de desconfianza en la justicia por otros casos en los que, se sabe, los más humildes no tienen quién los respalde y tienen miedo de quedar fuera de la justicia. Es sentar un aviso de que no tiene que haber impunidad. Estamos mostrando que miramos a largo plazo para que esto se resuelva y no se repita a futuro. Hubo otros casos de represión, de abusos de autoridad, de pegarle a pibes sin sentido y hasta casos de tortura que nos llegan, chicos que les pegan hasta que los liberan. Por eso esta marcha: hay en el barrio una inseguridad para con las fuerzas de seguridad”.

La locura es sistémica

Anochece. La marcha enfila por la avenida Regimiento de Patricios para llegar al 1100 donde está ubicado el Ministerio de Justicia y Seguridad. Faltan dos cuadras para llegar y se divisa que hay otras personas que ya están cortando la calle. Hay carteles: «Queremos la libertad de Nicolás Arriola». Un joven explica: “Lo acusan de un robo que no cometió. Y es mentira, lo conozco desde que somos así de chiquitos. Él es del barrio, de acá de la Boca, y nada más estaba caminando por la calle”.

Las marchas se unen y se abrazan. El reclamo es el mismo. Caminan juntas hasta la reja del Ministerio y un funcionario les dice que van a atender a todos. Familiares y amigos del Paragüita ingresan junto al Padre Toto. “Les requerimos el apoyo a la madre y asistencia”, dice Roque Paniagua al salir. “También que los amigos que viajaban con él tengan la tranquilidad de que no van a sufrir ninguna represalia. Nos escucharon. Había gente de todos los sectores, de prensa, de judicial. Le preguntamos por qué habían dicho que los pibes eran ladrones y dijeron que la información no había salido de ellos. El jefe de bomberos nos dijo que Otero tenía un buen legajo, pero que iba a ser juzgado como cualquiera: todos coincidían en que lo que había hecho era una locura”.

Luego, el Padre Toto llamó a una misa y conferencia de prensa para el martes 1 de agosto en la puerta del Juzgado de Instrucción N°11, que lleva la causa.

El Estado cartera

Roque cuenta que hace dos meses Cristian y sus amigos le pidieron si los podía llevar a bailar. “Los llevé a todos. Ni llegamos a bajar del vehículo que nos encerraron cinco policías en Constitución. Siempre lo primero que se ejerce de parte de ellos es la violencia. No se identificaron: los pibes no sabían qué hacer, y casi se agarran a piñas porque no sabían quiénes eran. No estaban de uniforme, estaban de civil. No sabíamos si nos iban a robar o qué, porque a los pibes les pasa lo mismo que a la gente afuera del barrio. Sienten la misma inseguridad. Después los policías nos pedían tranquilidad y nos decían que habíamos reaccionado mal, cuando ellos ni se habían identificado”.

¿Cómo se puede entender lo que pasó con Cristian en contexto?

-La gente en un barrio como este necesita seguridad, pero que sea coherente y no caiga sobre gente inocente. Por una cuestión de aspecto o una forma de vestirte la gente sufre un maltrato indiscriminado. Acá hay chicos que buscan formas de salir del barrio, de trabajar, de hacer cosas. Por ahí falta una motivación, no sé si de parte del Estado, para incentivarlos. Es un barrio como cualquiera: hay muchos chicos respetuosos, como Cristian, algunos que capaz no les gustó el estudio y buscan algo para hacer. Ahí es donde tiene que estar la presencia del Estado.

-Pero cuando el Estado aparece, la respuesta es represiva.

-Es lo que generalmente pasa en la sociedad. Morochito, un corte de pelo particular, por ahí hasta una forma de caminar: listo, es chorro. Y lo vivimos, porque está estigmatizado. No sé quién lo impuso, pero si yo voy caminando por la calle la señora cubre su cartera automáticamente. Y por ahí siento esa incomodidad. Loco, soy un laburante y laburé toda mi vida. Sentís algo por dentro que te da ganas de agarrar a la señora y explicarle que no se cubra. Está estigmatizado en toda la sociedad. Es racismo.   Ok, queremos seguridad para la gente de afuera y de adentro del barrio. A mucha gente de adentro también le roban, con todo su trabajo, su jornal, su paga semanal. No estamos en contra de la policía, el tema es que vean a quién le dan el arma.

La entrevista termina pero Roque pide que prenda el grabador otra vez.

Pide que quede registro de lo que quiere decir.

Y dice: “Lo que a mí me causa incomodidad es cómo algunos medios que tendrían que estar acá no están. Me parece que hay un silencio, como que esto tiene que quedar acá, encerrado en el barrio, y eso te da bronca. Como que quedemos aislados y que esto no repercuta en ningún lugar. Ahí te das cuenta cómo nos sentimos de marginados: sos de un lugar que no importa ni interesa. Nos cansamos de llamar medios y ninguno vino. Salvo ustedes, las radios comunitarias. A todos los demás no les interesa. Acá hay un pibe simple, y se nota que eso tiene poca importancia”.

Roque habla del asesinato de su amigo que los medios quisieron hacer pasar por delincuente para justificar un asesinato policial, en medio de la marcha que exige basta de gatillo fácil y cierra así una semana atravesada por la operación mediática del programa de Jorge Lanata con un niño de 11 años con problemas de adicción, que denunció el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Lanús.

Por eso Roque pide que quede registro.

No sólo la marcha exigió justicia.

Exigió, también, la dignidad del periodismo.

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